Nadie piense que esta entrada, elaborada en los calores rigurosos de este final de junio, va a tratar sobre una de las fantasías más recurrentes, las relaciones sexuales a tres bandas. No, hoy quiero hablar del Amor.
Hace unos días leí, con curiosidad, un artículo en una revista de divulgación la teoría del psicólogo Robert Sternberg sobre la tríada en que se sustenta el amor o lo que creemos es. Para este científico el sentimiento amoroso se apoya en tres principios: intimidad (o cercanía), pasión sexual y compromiso. La combinación de dos o tres da lugar, entonces, a las distintas relaciones que pueden darse en las parejas. Si existe nada más que intimidad, la relación es de cariño; si a esta le unimos la pasión sexual, estamos ante un amor romántico; si nada más que anida la pasión sexual, es el encaprichamiento lo que caracteriza la relación. Pero también se puede dar un respeto al compromiso adquirido con nuestra pareja, junto con la cercanía, aunque entonces será un amor vacío.
Entonces, ¿cuándo llegamos al amor pleno?, pues cuando aparecen los tres elementos unidos: intimidad, pasión y compromiso.
Como vemos, aplicar una taxonomía a las clases de amor ha preocupado y preocupa a propios y extraños, sobre todo por encontrar contestación a la pregunta del millón: ¿por qué empieza y acaba el amor?
Seguro que son muchas las respuestas, pero la búsqueda del más grande de los sentimientos sigue impulsando a hombres y mujeres a encontrar a esa otra persona que haga que nuestro corazón se acelere y nuestro estómago se llene de mariposas.
Y eso ocurre desde que el mundo es mundo. Así lo consigna un texto egipcio de hace cuatro mil años:
"Tú amor me tiene cogido y no me puedo marchar.
Estoy más pálido que la hierba y parece que mi locura
es poco mejor que mi muerte"
Sed felices
Hace unos días leí, con curiosidad, un artículo en una revista de divulgación la teoría del psicólogo Robert Sternberg sobre la tríada en que se sustenta el amor o lo que creemos es. Para este científico el sentimiento amoroso se apoya en tres principios: intimidad (o cercanía), pasión sexual y compromiso. La combinación de dos o tres da lugar, entonces, a las distintas relaciones que pueden darse en las parejas. Si existe nada más que intimidad, la relación es de cariño; si a esta le unimos la pasión sexual, estamos ante un amor romántico; si nada más que anida la pasión sexual, es el encaprichamiento lo que caracteriza la relación. Pero también se puede dar un respeto al compromiso adquirido con nuestra pareja, junto con la cercanía, aunque entonces será un amor vacío.
Entonces, ¿cuándo llegamos al amor pleno?, pues cuando aparecen los tres elementos unidos: intimidad, pasión y compromiso.
Como vemos, aplicar una taxonomía a las clases de amor ha preocupado y preocupa a propios y extraños, sobre todo por encontrar contestación a la pregunta del millón: ¿por qué empieza y acaba el amor?
Seguro que son muchas las respuestas, pero la búsqueda del más grande de los sentimientos sigue impulsando a hombres y mujeres a encontrar a esa otra persona que haga que nuestro corazón se acelere y nuestro estómago se llene de mariposas.
Y eso ocurre desde que el mundo es mundo. Así lo consigna un texto egipcio de hace cuatro mil años:
"Tú amor me tiene cogido y no me puedo marchar.
Estoy más pálido que la hierba y parece que mi locura
es poco mejor que mi muerte"
Sed felices
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