domingo, 27 de noviembre de 2022

RESPETO

 A veces siento un gran desconcierto.

Pienso que cuándo, dónde y quién comenzó este sin sentido en el que nos estamos perdiendo en el día día, ante la falta de respeto y la indignidad de muchos.

Siempre he dicho que el respeto no le concedes tú, si no que son los demás los que te te consideran digno de él. Pero visto lo visto a diario, sobre todo en ciertos ámbitos, esa consideración se va convirtiendo en una especie en peligro de extinción.

A una se le quitan las ganas de todo, hasta de escribir. La prueba es que casi ha pasado en un mes en el  que no he escrito nada en este blog, otrora paño de lágrimas o de risas en los que volcaba mis reflexiones.  A veces pienso que no merece la pena intentar señalar el desastre en que se está convirtiendo la convivencia en ciertos ámbitos, la falta de respeto hacia las personas que, como cuando éra pequeña, se decía " en edad, dignidad, y gobierno".

Nadie es más que nadie, pero sí hay quien, que por lo que representa, o a quien representa, es merecedor de esa deferencia, no por él o ella, sino por aquello que sustenta. Los últimos días, en los que he contempladoel ensañamiento sin contemplaciones de la ministra Irene Montero me ha llenado de estupor y de tristeza. ¡Qué mal entienden muchos y muchas la democracia!  Y cuántos viven de ella para destruirla.

Y he querido señalar a  la ministra para que no se me tache de partidista si hablo del presidente Sánchez, porque entonces sería el acabóse. O para rematar las barbaridades de la ultraderecha señalando a la esposa del presidente Begoña Gómez.

En fin, que la sensación que tengo siempre, cuando hablo de estas cosas es que ya es una batalla perdida, y que recuperar esos principios en los que podrías discrepar abasolutamente con alguien, pero te exigías y exigías respetar y que te respetaran han acabado... ¿O no?

Sed felices, es domingo.

domingo, 6 de noviembre de 2022

¿Qué nos pasa?

 Una tras otra, las crisis se no han ido sumando, y una tras otra  que con las medidas del Gobierno de España y el esfuerzo de la ciudadanía las vamos paliando.Los últimos datos así nos lo reflejan.

Entonces, ¿qué nos pasa que no somos capaces de reaccionar? Reaccionar al acoso y derribo de un presidente y de un Gobierno que son ejemplo para el mundo. Reaccionar ante las mentiras, ante las manipulaciones, ante las absurdeces que desgastan y desaniman con un solo afán electoralista. Afán  convertido en un juego sucio en el que todo vale.

Representantes electos en parlamentos nacionales, regionales, e incluso municipales falseando de forma descarada. Incluso cuando les demuestras con datos que es falso inisiten y persisten, apoyados por quienes prefieren ser gobernados por insolidarios y desleales que por progresistas.

¿Qué nos pasa? Nunca, y ya llevo un tiempo en este valle de lágrimas, he vivido esta situación. 

Estamos ante la usurpación por parte de los medios, por parte de partidos políticos que no aceptan el estar en el lugar al que les han mandado las urnas; estamos en un constante intento de golpe de Estado soterrado.

Lo último que ha sucedido en Madrid con la sanidad debería convencer de que hemos traspasado el límite de la ideología, de la política, para entrar ya en el de el daño social, en el de la  vulneración de derechos. Existe en una idolatría a la imagen de Isabel Díaz Ayuso en ciertos sectores que ya me parece patológica. Me recuerda, en otra cuerda, a la de Evita Perón.

Por suerte el día a día va menoscabando los pies de barro de esta lideresa obsesionada con el presidente del Gobierno y que ansía llegar a ocupar su lugar a la Moncloa. La verdad que Feijóo no se lo está poniendo muy difícil pues, a pesar de los capotes que echan sus compinches para tapar su meteduras de pata, cada día se presenta más inoperante. La bajada de pantalones a horas de firmar la renovación del poder judicial así lo demuestra.

No hay ideología tras las acciones del PP o VOX ( de Cs ya ni hablamos) y , por ende, de sus votantes. Simplemente machacan con el único propósito de alcanzar el poder para seguir manteniendo el estatus de esa rancia "aristocracia" apuntalada por el franquismo, que no quieren perder sus privilegios ni sus puestos, ni sus puertas giratorias. Al grito de ¡fuera el sanchismo! pagan a quienes les colocan en el escaño para devolverles el favor, ya sea en los tribunales, en lo medios de comunicación o en el IBEX 35. La ciudadanía les importa un guano, solo son peones de una partida que les permita controlar el centro del tablero. Hipócritas que gritan que España se rompe, mientras ellos piensan cómo pueden venderla por trozos.

Feliz domingo.