domingo, 28 de julio de 2019

Estimadas señorías (unas más que otras)

Estimadas señorías:

Esta semana el pueblo español, la ciudadanía tuvimos la oportunidad de asistir a los Plenos  de investidura, fallida,  del candidato, y a la sazón presidente en funciones, Pedro Sánchez. Con estas dos últimas suman cuatro las que el candidato socialista ve "tumbada" su opción a ser investido presidente, por el voto en contra de unos y la abstención de otros.

La diferencia con dos anteriores es que, esta vez, había mediado una moción de censura, en la que la Cámara otorgó la mayoría absoluta al mismo que, ahora, niega el pan y la sal. Pedro Sánchez fue presidente gracias a los votos de quienes ahora se han abstenido. 

Tras meses de llamarle "okupa" de la Moncloa, Sánchez gana las elecciones, con una mayoría amplia para los demás, pero sin la suficiente, aunque la sociedad pensó que, con Unidas Podemos se lograría un gobierno progresista.

Estimadas señorías de la oposición, se les ha visto a todas el plumero. Excepto algunos partidos, cuyos portavoces, sorpresivamente, han asesado bastante, o siguen el camino de la practicidad, el resto tienen un comportamiento más propio de un instituto de secundaria que de un Congreso de los diputados. El lenguaje, el marcaje al adversario a empujones, el olvido de que son el órgano de representación de la ciudadanía hace que se ganen malamente el respeto.

Ciertamente, señorías, que el hito de tener que negociar ciertas situaciones no es fácil, pero eso es lo que se espera de quienes trabajan y cobran de lo público y ocupan uno de los tres poderes del estado. Porque, además, se les olvida una cosa, lo suyo no es una plaza de funcionario, son cargos electos, con fecha de caducidad.

No se entiende, señorías, el insulto desde la tribuna; no se entiende que detrás del candidato no se vea el apoyo de millones de votantes; no se entiende que se negocien sillones antes que programas. No se entiende que se pongan adjetivos hirientes, no se entiende tanto sarcasmo, tanta cerrazón y tan pocas alternativas.

Esta semana han perdido, todos, una oportunidad de oro para demostrar que se puede defender las ideas y respetar el designio de las urnas, porque, estimadas señorias, lo que han hecho es meter a la ciudadanía en un callejón sin salida.

Señor Iglesias, señoría, ha de madurar mucho, pero mucho, no solo políticamente, sino humanamente.  Desconoce el término empatía, desconoce que para retomar una negociación, usted no puede poner como justificación "que no se fía de su interlocutor porque ha traicionado una y otra vez a su electorado". ¿Llamar traidor con quien tienes que pactar? Imagino que debe ser duro haber ocasionado por cuatro veces que España no tenga un gobierno progresista, pero eso es lo que hay. No vale con hablar bajito, como si la humildad fuera susurrar. Están ustedes llenos de soberbia frustrada porque les hicieron creer algo que las urnas han desinflado.

Por su parte, señor Casado, señoría, quizá usted haya vislumbrado un cierto horizonte porque está tocando poder, pero, lo siento, ha pactado con el diablo, y eso siempre, siempre, pasa factura. Nadie se cree que España se rompa, como tampoco que si vamos a elecciones no sea usted igual de responsable que los demás. Le falta también madurez, empaque y saber, a usted y a su equipo, que el respeto se gana, no se presume de él.

Y usted, señoría, que era el líder del partido de la renovación contra la corrupción, se ha convertido en el disparate político más grande que este país ha contemplado. Porque, señor Rivera, ¿qué son ustedes? Han diluído tanto su mensaje inicial que ya no los reconoce nadie. Es usted presa de una paranoia delirante en la que se cree líder la derecha, como si eso fuera muy meritorio. Y, además, está lleno de un rencor personal que le llevará a la caída.

Los tres saben y sus partidos también, estimadas señorías, que no hay alternativa más allá de Pedro Sánchez o de nuevas elecciones, pero siguen pensando que los españoles somos bobos y nos creemos esas actitudes de adolescentes malcriados, como también lo saben el resto de las formaciones políticas que tienen la posibilidad de evitar las urnas.

Son 350 diputados y diputadas responsables cada uno de ustedes del futuro de nuestro país, no de buscarse el suyo. España necesita un gobierno, unos presupuestos para poder funcionar. Hagan el esfuerzo de entenderse, como el país hace el esfuerzo de no perder la paciencia y la fe en el sistema. 

Gracias.


lunes, 22 de julio de 2019

La piedra en el estanque

Nada peor que la frustración. De todos los estados en los que el ser humano puede encontrarse, creo que es el más ingrato. "Querer y no poder", darnos de bruces contra lo que  es inasequible, incomprensible, irresoluble... ¿Quién no lo ha sentido alguna vez?

En esta sociedad de la información, bueno, mejor dicho, de la opinión, los "curritos" de a pie nos encontramos con murallas que nos empeñamos en derribar, sin darnos cuenta de que, quizá, si la rodeamos, podemos encontrar una puerta. Y este empeño viene dado porque hemos asumido el rol de sentirnos responsable de aquello en lo que tenemos pocas posibilidades de intervenir.

Pongamos un ejemplo: el cambio climático. Basta con darnos un paseo poe las redes para ver una ingente cantidad de post en los que se advierte del peligro en el que nos encontramos, en este, cada vez, más insostenible planeta. ¿Y qué hacemos? Nos agobiamos, desesperamos, chillamos, gritamos, insultamos a Trump, señalamos a China... Sin darnos cuenta de que nosotros solos, desde nuestro teclado no podemos cambiar la globalidad de las políticas medioambientales del mundo de una tacada; tampoco erradicar el problema de la migración, ni el hambre, ni las injusticias de golpe.

Lo más asequible es empezar por nosotros mismo: actuar en consecuencia, y predicar con el ejemplo. Ser como una piedra que cae en un estanque, y que produce unas ondas que se van extendiendo a lo ancho, llegando mucho más lejos que el centro en el que cae. Lo que yo haga, lo que yo diga, influirá en mi entorno, y ese, a su vez, se irá expandiendo y podremos llegar más lejos. El mundo no necesita de héroes, sino de sencillas personas que con su ejemplo abren la perspectiva de lo que puede ser y se mueven.

Por tanto, si hoy, simplemente, conseguimos que alguien reflexione sobre una actitud más solidaria, más justa, más honesta ante la vida, alegrémonos: habrá una piedra más que cuando caiga al estanque abrirá sus aguas y hará fluir el mensaje.

Sed felices.






miércoles, 10 de julio de 2019

De juegos, de tronos, de mentiras y tiros en el pie

No sé vosotros, mis queridos lectores, pero una ya empieza a estar muy cansada de la falta de seriedad de algunos y algunas.

La manera tan frívola con la que se asumen ciertas responsabilidades (y no quiero señalar a nadie, aunque si seguís leyendo lo vais a comprender) ante retos de una importancia suprema me llenan de desaliento.

Como el maná en el desierto durante el Éxodo bíblico se saludó la llegada de los "nuevos partidos". Venían a regenerar la nueva política caduca del bipartidismo, abriendo las ventanas y trayendo aire fresco. ¿Recordamos lo de PPSOE? ¿O lo de PSOE y PP la misma mierda es?

Pocos años después, muy pocos, aunque se nos han hecho muy largos, esos mismos partidos están bloqueando la investidura de quien ha conseguido doblarles e , incluso, triplicarles en votos. Quien era el adalid del centro liberal, la voz de los moderados, se ha convertido en el vociferante que niega lo innegable, como es su alineación con la ultraderecha para conseguir el mismo poder y con los mismos que habían corrompido la política que venían a regenerar. Los otros, los que querían asaltar los cielos en nombre de la gente, lo único en lo que están fijos como un toro ante el capote es en asaltar el poder ministerial, sin importar que su enrocamiento rayano en la locura aboque a unas nuevas elecciones. Y ambos utilizando la herramienta que da titulares y que creen que les puede impulsar en sus torticeros objetivos: la mentira.

Porque mienten cuando justifican sus acciones, que de otra manera serían imposibles de justificar. Cómo poder tragarse la rueda de molino que significa que quienes querían acabar con la corrupción pactan con ella y con su apéndice ultraderechista bajo el paraguas de que no lo hacen simplemente toman café. Cómo poder soportar que se esté paralizando la investidura de un gobierno que ponga en marcha medidas sociales tan necesarias para la ciudadanía sino es bajo el embuste de que se hace, no para pillar "cacho", sino para controlar. Enfrentarse al espejo de la verdad para estos partidos ha de ser como contemplar el retrato de Dorian Grey en todo su esplendor.

Pero creo que ambos, los naranjas y los morados, y todos sabéis de quiénes estamos hablando, no cuentan con la variable de que la sociedad es bastante más madura que ellos, y que tampoco asusta, si fuera al fina el último recurso, ir a unas nuevas elecciones, en las que ellos serían los más perjudicados.

Quedan pocos días para la investidura de Pedro Sánchez y para que, en un alarde de responsabilidad política, algunos dejen de jugar a los reyezuelos o de pegarse tiros en los pies, que ya vemos de cuál
cojean.

Sed felices.