domingo, 27 de marzo de 2016

Y al tercer día resucitó...

He dejado explícito en muchas ocasiones que la Semana Santa en sí no me gusta. De niña los recuerdos son oscuros y de adulta apenas me he acercado al meollo de lo que se celebra. La sola mención de la crucifixión me pone los pelos de punta y la parnafernalia que se organiza alrededor de las imágenes y procesiones no me seduce en absoluto, más allá de un folclore, o el sentido estético- dicho con todo el respeto hacia quien le mueve la fe-, en el que se hace un exhibicionismo de la fiesta de la muerte y el dolor.

No he sido una persona apartada de la figura de Cristo, como no soy una persona que no tenga sus creencias. Milité en mi juventud en los Cristianos de base y siempre me ha parecido que las enseñanzas que subyacen en el cristianismo - otra cosa  son las Iglesias- están llenas de principios que comparto.

Pero creo que todo se ha de llevar a cabo en esta vida. La esperanza en resurreción de los muertos no puede, como tantas veces he escuchado, obviar que lo que nos importan son los vivos. Atender a aquellos que sufren día tras día el abandono, la injusticia, la falta de horizontes, y no poner su redención en un mundo mejor, el que se tendrá una vez traspasen el umbral de la muerte.

No me cabe duda de que es muy atractivo pensar en un Jesús resucitado al tercer día- y además después de haber descendido a los Infiernos-, triunfante sobre la Muerte y preparado para ascender a los Cielos en breves semanas. Pero yo prefiero a ese Jesús más humilde, rebelde y que se "cabreaba" cuando convertían el templo en una sucursal de Primark, o lavados sus  pies por la Magdalena. A aquel que dijo: "no digas que amas a Dios a quien no ves si no lo haces con tu projímo a quien estás viendo" o "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra".

Ser compasivo, tolerante, comprensivo, valiente, rebelde ante la injusticia tiene mérito y es ejemplo siendo  solo un hombre, aunque no se resucite, ni mucho menos, al tercer día.


Sed felices!!


domingo, 20 de marzo de 2016

A destiempo

Hubo un tiempo en que le preguntaba si la quería. Él siempre respondía: "claro".

¿Claro? ¿ Qué significaba esa expresión respecto a los sentimientos? ¿Algo obvio, algo que se daba por supuesto y que caía por su propio peso? No le cabía en su cabeza esa respuesta. No pedía más que un monosílabo, pero que tuviera en su significado un compromiso.

Intentó dar una vuelta de tuerca y le preguntó por qué. Él, entonces,  contestó que porque sí. Otra obviedad, otra cuestión, aunque esta vez si tenía como respuesta el tan ansiado monsílabo, pero fuera de lugar. Tal vez ella lo que deseaba es que le dijera alguna vez las razones por las que él , cuando ella se lamentaba de algunas actitudes,  indicaba "mujer, si te quiero mucho".

Los interrogantes se fueron espaciando. Y su tiempo se convirtió en un tiempo discordante, en un universo en el que las palabras y los encuentros siempre se sucedían a destiempo.

Un día ella dejó de preguntarle.Él no se dió ni cuenta.

domingo, 13 de marzo de 2016

Pensando, pensando VI


Una nueva selección de las frases con las que doy los buenos días.


La genialidad estriba en no tener miedo a romper los moldes. Para el erudito que se encorseta en lo establecido, atado por las normas, el genio es un loco.


Los sueños son versos pintados con tinta de noche y pluma de deseo sobre el lienzo blanco de la almohada.


Las conversaciones matutinas con Leyre son como el vuelo de las golondrinas: van y vienen sin cesar y te alegran la mañana...


Solo aquel conoce la pérdida sabe que el coste de las cosas no se relaciona con su valor.

Para poder perdonar a los demás debemos empezar por perdonarnos a nosotros mismos. Reconocer nuestras limitaciones nos ayuda a aceptarlas en los demás.

El sentido de la vida se encuentra en aquello que hacemos y sentimos movidos por la pasión . El resto no es más que paja al pesebre.

El miedo es el peor carcelero: deja la puerta jaula abierta pero nos corta las alas.

Nunca pediré perdón por ser como soy, por ser yo y no otra que se adapte a la costumbre; no pediré perdón por inventarme cada amanecer y por intentar que cada instante sea mi rincón de felicidad.

No hay nada más atrevido que la imaginación. Con ella se puede hacer todo aquello que parece imposible. Imaginemos pues, antes de morir de tedio por la fuerza de la costumbre.

 El amor no se cansa de perdonar: se cansa la razón de tener que justificar por qué seguir perdonando.Por eso es tan fácil perdonar a quien se ama .

sábado, 5 de marzo de 2016

La vida de Brian y la no investidura

No cabe duda que una de las comedias  más recordadas de la historia del cine es La vida de Brian. Para aquellos que no la conozcan, cosa que creo que es casi imposible, les diré que es una parodia en la que se recrea la vida de un supuesto profeta judío, Brian, cohetáneo de Jesucristo. Como no se trata de contaros toda la trama, mis queridos lectores, solo me referiré a una escena, que me sirva como analogía para comentaros su relación con la postura de cierto partido y cierto líder.

La escena es a quella en la que se están cuestionando los integrantes de un grupo subversivo, que quiere conseguir la liberación de Palestina  del yugo romano, qué es lo que se le debe al Imperio, qué es, en definitiva, lo que el Imperio ha hecho por ellos.

Después de una hilarante retahíla de cuestiones- las calzadas, las escuelas, el alcantarillado, el derecho, etc...-, a la que se responden constantemente: "bueno, sí y que más", llegan a la conclusión de que los romanos no han hecho absolutamente nada.

Esa escena, concretamente, me vino a la cabeza cuando en el discurso de investidura Iglesías Turrión hablaba de los socialistas, postura apoyada por quienes llevan racaneando al Psoe cualquier mérito.

De una manera absolutamente mezquina puso el foco en las ya tristemente famosas "manos manchadas de cal" de Felipe González. Fue incapaz de reconocer los logros que llevaron a cabo los distintos gobiernos socialistas y que trajeron a este país cosas tan "nimias" como la sanidad universal, la educación universal, los fondos de cohexión, leyes de dependencia o violencia de género, el matrimonio gay...

Durante todo este proceso de la no investidura de Pedro Sánchez lo que está claro es que una oportunidad histórica ha quedado estrangulada por la soga que han apretado un ciego- que no quiere ver cómo su partido se desmorona- y un iluminado que ha pasado de admirar a difamar a uno de los mejores políticos de este país y a toda una labor de un partido que ha apostado por el cambio.

Todo esto, en serio, no tiene ninguna gracia...

Sed felices!