martes, 26 de octubre de 2010

Mediocres

Hace unos días un buen amigo me comentaba que en esta vida triunfan los mediocres. No estoy de acuerdo. Los mediocres tienen triunfos materiales porque ser mediocre es muy fácil. Se trata simplemente de hacer y decir siempre lo que esperan de uno o de una, aunque se tracionen los principios o se vaya en contra de la propia voluntad.
Pero ser fiel a uno mismo, coherente con lo que se piensa, no es sencillo y ese es el verdedero triunfo.
Sí, es verdad que si miramos a nuestro alrededor hay cantidad de mediocres que ocupan puestos para los que supuestamente no están preparados y a los que seguramente no han llegado por méritos propios. No obstante, en vez de rabia, lo que me produce es tristeza. Porque una sociedad en la que permite que ese tipo de gente descolle es una sociedad parada, rácana y sobre todo mediocre también.
Menos mal que siempre encuentras personas brillantes y a la vez generosas y que han hecho de su honestidad bandera, y entonces comparas y ves a los mediocres todavía más mediocres y te sientes satisfecha de haber elegido bien...
Sed felices.

lunes, 18 de octubre de 2010

Otoño, cambio de armario

Si algo no me gusta del paso de las estaciones es tener que hacer el cambio de armario. Durante una semana la casa aparece llena de cajas, bolsas y ropa sin planchar que espera ser guardada hasta que el tiempo propicio le devuelva la vigencia.
El otoño-invierno para mi es lo peor. La ropa abulta mucho más y sobre todo los abrigos y chaquetones, tan gorditos que parecen expanderse cuando los guardas...Necesitaríamos veinte armarios para acomodar la ropa.
A veces pienso que también las personas hacemos cambios de armario mental. Nuestra mente se adapta a las estaciones y en esta época en que el frío se va imponiendo siento que mi tono vital se va acomodando o mejor dicho acurrucando como un gato frente a la chimenea y contemplo la perspectiva del invierno con una pereza "gustosa", tan distinta al tono exaltado del verano. También voy poco a poco cambiando mis "ropajes" y me preparo para los días en que el frío intente cortar mi actividad, abrigando bien mis ideas.
Aunque sigo teniendo conflicto con el armario. Por cierto que voy a cambiar también los tonos de acuerdo a la estación. Espero que guste.
Sed felices.

domingo, 10 de octubre de 2010

Socialdemocracia

Hace unos día comentaba, y además con toda la sinceridad de la que soy capaz, dejando aparte cualquier determinación ideológica que la solución de nuestra sociedad se encuentra en la socialdemocracia.
Hace muchos años que decidí que dada mi situación privilegiada, en la que se me habían dado gran cantidad de oportunidades , debía de alguna manera colaborar para mejorar la situación de aquellos que no tienen esa fortuna. Y para conseguir ese objetivo que mejor herramienta que el socialismo.
En la actualidad los políticos están muy denostados, sobre todo por el problema de la corrupción, pero estoy segura de que nadie renunciaría a que todos tengamos posibilidad de estudiar, de acceder a una sanidad de calidad o a un trabajo que nos permita ganarnos el sustento. Pero debemos también ser conscientes de que se ha de evolucionar. La sociedad de siglo XXI demanda un socialismo en el que se contemple la realidad social. Estamos en tiempos de cambio y el discurso de antagonismo trabajador-empresa no cabe. Como también hay que revisar el famoso Estado de Bienestar, de un coste altísimo en países tan envejecidos como los europeos.
Estoy convencida que la socialdemocracia, ahora con una imagen algo de capa caída, será la respuesta, pero sólo si somos capaces de ajustarnos a los nuevos tiempos.
Sed felices.

lunes, 4 de octubre de 2010

Desestructurando

Una de las películas de Woody Allen, "Desestructurando a Harry", planteaba la situación de un hombre que quería cambiar. Para ello, todo lo que había sido no sólo su vida, sino el mismo tenía que ser modificado. Es un parecido al que nos enfrentamos en la actualidad. Las crisis son eso, cambio. En mi caso el cambio también es personal y profesional. La adquisición de la condición de abuela, que me ha permitido disfrutar todavía joven de una experiencia maravillosa. Mi cambio profesional, que cada vez veo más claro y que poco a poco me lleva a nuevos retos.
¿Son buenos los cambios? Sí, y además necesarios. Decía un filósofo griego que todo fluye, que todo cambia. Por suerte es así. La monotonía, el todo es igual puede llegar a carcomer al ser humano.
Son tiempos de cambio. Aceptemoslo e intentemos vivirlos a tope.
Sed felices.