lunes, 31 de octubre de 2016

¿Susto o muerte? II



Tres microrrelatos para una noche especial. ¿Susto o muerte? O tal vez los dos...


LA MÁS BELLA


Nunca debía aceptar regalos de desconocidos. Bien claro se lo habían dicho. Pero la manzana era tan roja y aparentaba ser tan jugosa que no se resistió. Además, ¿por qué iba a temer a una pobre anciana, que la sonreía afablemente y además era su vecina, en la noche en que se regalan toda clase de golosinas?
Obtuvo la respuesta al primer mordisco. La garganta se le cerró como si un garfio que la atenazara el cuello. Sus pulmones se negaban a absorber el aire y todo comenzó a dar vueltas a su derredor.
Lo último que escucharon sus oídos, embotados por el veneno, fueron las palabras de la bruja, entrecortadas por su malvada risa.
- Ya no serás, niña, nunca más, la más bella del barrio. ¡Feliz Halloween!





UN TRABAJO BIEN HECHO

Un clamor estruendoso como una tempestad inundó la plaza, que iluminada por el sol de mediodía, hervía con el gentío que había ocupado hasta los últimos rincones.

Era el 31 de octubre, la víspera de Todos los Santos.

Sobre el estrado un hombre fuerte, de hercúleos brazos, elevó las dos manos hacia el cielo en señal de triunfo. En una de ellas blandía el hacha; en la otra, chorreando sangre a borbotones, la cabeza de la bruja con los ojos todavía abiertos,  que acababa de decapitar.
Le gustaba su oficio. Tras la capucha, el verdugo sonrió.



UN SIMPLE JUEGO


La voz del sacerdote se elevaba, con gran esfuerzo, sobre los rugidos que provenían de la garganta hinchada del joven endemoniado, que pocos días antes era un aplicadoe estudiante de ingeniería.

Cada gota de agua bendita que caía sobre su cuerpo lacerado por mil llagas purulentas, le hacía retorcerse como una sanguijuela, mientras con la lengua negruzca lamía el suelo como un perro, curvando su espalda en un arco imposible que en otras circunstancias habría quebrado la columna vertebral como una rama seca.
 

" Exorcizamus te, omnis immundus spiritus,omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii ,omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica Ergo perditionis venenum propinare... "
...Vade Satana, inventor et magister omnis fallaciae, hostis humanae salutis... " (*)


La batalla no había hecho más que comenzar, bien lo sabía el exorcista: una vez más el maldito Ouija, utilizado como un simple pero absurdo  juego para la  noche de Halloween, había abierto las puertas del Infierno.








 

lunes, 24 de octubre de 2016

Y tendríamos que hablar de tantas cosas, compañero del alma, compañero

Querido compañero, o compañera, que en este lance estamos todos y todas dentro.

Tiempos difíciles, más bien imposibles,  estamos surcando en los que las rosas que empuñamos un día con orgullo se nos han ido deshojando, tapizando el suelo como gotas de sangre.

No te escribo para convencerte, supongo que a estas alturas la decisión que has tomado es inamovible -nadie llega a este punto sin haberlo meditado mucho con la cabeza y no con las tripas-, pero hubiera querido saber si dejando a un lado la disciplina de partido, el miedo absolutamente falseado a unas terceras elecciones,  si hubieras elegido con los valores e ideales socialistas de cambiar la sociedad para bien de sus miembros,  tu opción hubiera sido la misma.

Te tengo que confesar que llevo dos días pensando en pedir la baja del partido. Ese deseo me viene a oleadas, como una especie de naúsea seca, que intento contener.  Tengo miedo  a que la herida sea mayor si me voy que el dolor que me produce esta situación que nos ha explotado en las manos.Hay mucha gente que no entiende qué es formar parte de un partido, aunque nosotros, siempre lo he pensado, éramos más que eso: nos llamamos "la familia socialista", nos llamamos compañeros, luchando por unos ideales codo con codo. Hasta hoy, en los que muchos nos hemos quedado huérfanos.

Cuando se celebre la investidura de Rajoy y nuestros diputados se abstengan ¿qué sentirás, compañero? ¿Tendrás las fuerzas para ponerte delante  de la televisión y aguantar hasta que el nefasto Mariano reciba los aplausos de la cámara como nuevo presidente (más de lo mismo) del gobierno? Yo te confieso que no podré.

Intento entenderte, de verdad, compañero (compañera), pero me cuesta mucho. Tal vez porque nunca he sido una socialista del "aparato", una mujer que haya vivido los entresijos que se han ido cociendo. Solo soy una humilde militante que lleva trabajando treinta años en su pequeña parcela para mejorar la vida de mis conciudadanos.

En fin, que tendríamos que hablar de tantas cosas  y sin embargo nos han consumido el tiempo como se consume una bengala, chisporroteando e iluminando un instante para dejarnos después en la más absoluta oscuridad. Nos han arrebatado la oportunidad de debatir, de llegar a encontrarnos de nuevo en aras de no sé qué y en beneficio de quién.

Y duele, mucho, compañero.

Sed felices

sábado, 15 de octubre de 2016

Y tú, ¿por qué escribes?



Esta es una de las preguntas con las que nos encontramos aquellos que dedicamos  parte de nuestro tiempo a este arte de la escritura. Seas novel o consagrado, en cualquier entrevista, antes o después, surge.
Algunos escritores se ponen trascendentes y le dan un carácter metafísico o espiritual a la necesidad de rellenar folios en blanco, reales o virtuales. Otros, en cambio, se quedan en una razón mucho más pragmática y más relacionada con el gusto por contar cosas. Luego estamos, porque yo me incluyo, aquellos que participamos de las dos posiciones.
No cabe duda de que hay una necesidad por escribir que trasciende el mero hecho físico. Se ha comentado siempre el carácter  terapéutico de la escritura para curar males del alma. Al fin y al cabo, ya sea en prosa o en verso, en un poema o en una historia, el escritor juega con las emociones y son ellas las protagonistas. Emociones que surgen de vivencias propias o ajenas, pero sustentadas en algo que no es físico ni psíquico.
Por otra parte, el placer que supone para quien gusta de la lectura,  en cualquier género o estilo, ser capaz de construir un poema o una historia es muy grande. Creo que todos aquellos que conocen el proceso creador estarán de acuerdo conmigo.
Decía Virginia Woolf, no cito textual,  que una mujer para escribir solo necesitaba dinero y una habitación. Imagino que lo del dinero iría más por el tema de la independencia económica, todavía complicada en el caso de las mujeres en la primera mitad del siglo XX;  lo de la habitación por la independencia física que supone la creación. Siempre he pensado que las dos razones se resumen en una: escribir por sentirnos libres.
Para mi ese sería el motivo fundamental. Nunca me siento más libre que cuando escribo, porque la escritura me libera como no lo hace ninguna otra cosa.
Hace unos días ponía una reflexión en  Facebook acerca de lo que me asombra, y no es postureo, el que me llamen escritora, supongo por el respeto que me produce esa palabra, sobre todo cuando leo a otros escritores. Yo sólo me considero una mujer a la que la vida se le queda estrecha y por tanto necesito ampliarla, y lo hago a través de mis novelas, de mis poemas o de artículos como este
Cuento cosas a los demás porque necesito contármelas a mi misma para saber que hay algo más allá de la rutina diaria, de la situación política, de las crisis económicas o de los problemas que nos acucian a los seres humanos corrientes.

Cuando escribo abro la puerta a mundos desconocidos, construyo personajes que pueden llorar, reír o morir a través de mis dedos. Soy capaz de imaginar grandes epopeyas, o maravillosos romances.
En resumen, escribo  porque cuando lo hago soy feliz.
Y tú…¿Por qué escribes?
 

lunes, 10 de octubre de 2016

Yo quiero tener un millón de amigos

Vivimos en una sociedad en la que muchos conceptos se han  transformado, introduciendo en nuestras vidas formas, modos y experiencias que hace veinte años eran impensables.Uno de ellos es el de la amistad.

Las redes sociales no han facilitado el conocimiento de personas que de otra manera no digo que fuera imposible (yo creo que en esta vida pocas cosas hay imposibles), pero sí improbable.

En este momento se pueden tener "amigos" en todas partes del orbe, departiendo con ellos a tiempo real. Y escribo "amigos" entre comillas porque en ocasiones no pasan de ser contactos que de una manera más o menos interesada intercambiamos datos o circunstancias.

Pero en otros casos a esos amigos se les han caído las comillas y se ha terminado por tener una estrecha amistad, en ocasiones sin habernos conocido ni siquiera físicamente o por haber coincidido sólo en un corto tiempo en un espacio común .Curiosamente se descubren una serie de coincidencias y de gustos que hacen de las conversaciones o de las opiniones puntos convergentes y poco a poco el lazo se va estrechando.

Yo puedo decir que cuento con varios buenos amigos de esa índole, quienes, en ocasiones, ante un comentario mío han tenido palabras de felicitación, de solidaridad y de cariño. Conversaciones a través de los chat de varias horas (eso sí salteadas con entradas y salidas, dependiendo de las obligaciones) en las que me he enriquecido personalmente. Por supuesto, no digo caer en la absurda manía de sumar y sumar ( a lo Roberto Carlos) contactos para no hacer ni caso, sino de no despreciar esta manera de conocer a otros sin renunciar, claro, al bar, a la cervecita, al contacto físico.

Pues eso, que a mis amigos de estas redes que nos enredan, a los que me saludan por la mañana y me despiden por la noche, a los que se alegran por mí, decirles que me gusta saber que están ahí, como yo siempre estaré aquí para ellos.

Sed felices.

domingo, 2 de octubre de 2016

¿Cuánto vale el honor de un partido?

Hoy me he despertando recordando a mi abuela Rosa. Han venido a mi mente los abrazos y los gritos de alegría aquel día, que ya se me pierde en las brumas del tiempo. en el que celebramos la victoria del PSOE por primera vez tras la dictadura.

Bailamos por el pasillo ante el estupor de mi padre que no entendía cómo yo- su suegra ya portaba sus antecedentes republicanos y socialistas- podía haber votado a "los rojos". Desde entonces mi voto y mi labor en la política ha sido junto al Partido socialista obrero español, partido que representaba el valor añadido a mis valores. Por lo menos hasta ayer.

No es que, obviamente, renuncie a ser socialista. Eso en mí es imposible. Soy lo que soy y ya soy muy mayor para cambiar. Pero dudo, dudo mucho que ya encuentre en el PSOE aquello que yo creía que era. Ya, ya sé que hay muchos compañeros y compañeras que siguen estando en sintonía conmigo, pero la pregunta es ¿y de qué sirve?

Porque se han derrotado los principios democráticos, se han arrebatado los derechos a la militancia, y ha prevalecido el interés de unos pocos. Me llegan comentarios de un compañero valenciano tan estúpidos como que Pedro Sánchez estaba en negociaciones secretas con Podemos y los independentistas. ¿Y? ¿No era su obligación explorar las posibilidades para un gobierno de progreso? Además, uno de los verdugos, Ximo Puig, ¿no gobierna gracias a un partido del corte de Podemos?. Y García Page en  Castilla La Mancha tres cuartos de lo mismo. ¿Cabe mayor absurdo?

Sigue en mi mente ese día del año 1982. Porque al dolor de la traición de esos diecisiete ( ¿para qué?) uno la desolación por la actuación de quien para mí fue un ejemplo de estadista, de político: Felipe González, factotum de esta sucia maniobra, emborrachado por el humo de los cohibas y el dinero de los consejos de administración, al que, "por consiguiente", me gustaría preguntar: ¿cuánto vale el honor de un partido?

Mucho ha de ser el precio puesto a la cabeza de Pedro Sánchez para que se le haya servido en bandeja de plata al Partido Popular y a Rajoy.

En fin, mis queridos lectores, no os quiero aburrir en esta mañana de otoño, de primer domingo de octubre, con mis cuitas.Como dice mi madre: "al tiempo le pedí tiempo y el tiempo tiempo me dió".Sigo mi camino. Tengo a mi familia, mi literatura, mi teatro y, por supuesto, a vosotros, que no sabéis cuánto valéis para mí.

Feliz día!