martes, 15 de junio de 2010

Go Home

Tengo una inquilina que es de nacionalidad rumana. Creo que es poco mayor que mis hijos. Vive con su pareja y es una gran persona. Cuando la conocí, recuerdo que lo que más me llamó la atención fue que siempre sonreía. Hoy me ha llamado para un tema doméstico y hemos estado hablando un rato. A raíz de comentarle el próximo nacimiento de mi nieta, ha salido a colación la posibilidad de que ellos tuvieran un hijo..."Uy, me ha comentado, si lo pienso me entra un miedo..." "Miedo, la he contestado, tú que con veinte años has venido a un país extranjero a ganarte la vida, limpiando.." Riéndose ( siempre está alegre) me ha dicho: "Si sigue así no tendrá más remedio que ser la madrina". He de confesar que me ha hecho ilusión ver que me tenía en esa consideración.
Curiosamente hoy he estado en una jornada sobre ley de dependencia. Entre los datos destacados cabe señalar la cantidad de cuidadores no formales que son extranjeros y que se dedican a atender sobre todo a nuestros mayores. A mis padres, por ejemplo, les atiende una chica peruana.
En estos momentos de crisis, es fácil culpar a los inmigrantes de la falta de trabajo, de la carencia de plazas en las guaderias, del exceso de pacientes en el médico. Son personas que un día abandonaron sus casas, sus familias, su país, para llegar a un lugar extraño donde buscarse el pan. Algunos caen en la tentación de desear que se vuelvan a sus paises. Y entonces ¿Hemos pensado quién cuidaría de nuestros mayores o limpiarían nuestras casas? Que vayan muchos y muchas remangándose, por si acaso. .
Sed felices.

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