Estoy abrumada de tantos y tantos deseos de felicidad que estoy recibiendo estos días y que agradezco desde el fondo de mi corazón. Pero sé, que a pesar de la voluntad de mis amigos, decidir ser feliz depende solo de mí.
Y quizá no sea una tarea tan ardua como parece....
Solo tengo que abrir los ojos y ver lo que me rodea: el ver el sol que entra por mi ventana, la sonrisa de mi nieta, la mirada de aquellos que me quieren....
Solo tengo que escuchar a través de mis oídos el canto de los mirlos al pie de la ventana, la belleza de una pieza de Vivaldi o las palabras en la conversación con un amigo....
Sólo tengo captar a través de mi nariz el aroma de un perfume o olor tan evocador de un bizcocho cociéndose en el horno una tarde fría de invierno.....
Solo tengo que paladear el sabor de chocolate, cuando se funde en mi boca, o el dulzor de un beso en los labios.....
Solo tengo que sentir a través de mis manos , de mis dedos, la suavidad de una caricia o el roce fresco de la ropa recién lavada en mi piel.....
Porque, al fin y al cabo, la felicidad es un camino, no un fin, pavimentado con sensaciones, con pequeños instantes, que solo, solo seremos capaces de percibir si ponemos los cinco sentidos.
Vista, oído, olfato, gusto y tacto para sentir que la vida nos entra a raudales.
Sed felices.
Y quizá no sea una tarea tan ardua como parece....
Solo tengo que abrir los ojos y ver lo que me rodea: el ver el sol que entra por mi ventana, la sonrisa de mi nieta, la mirada de aquellos que me quieren....
Solo tengo que escuchar a través de mis oídos el canto de los mirlos al pie de la ventana, la belleza de una pieza de Vivaldi o las palabras en la conversación con un amigo....
Sólo tengo captar a través de mi nariz el aroma de un perfume o olor tan evocador de un bizcocho cociéndose en el horno una tarde fría de invierno.....
Solo tengo que paladear el sabor de chocolate, cuando se funde en mi boca, o el dulzor de un beso en los labios.....
Solo tengo que sentir a través de mis manos , de mis dedos, la suavidad de una caricia o el roce fresco de la ropa recién lavada en mi piel.....
Porque, al fin y al cabo, la felicidad es un camino, no un fin, pavimentado con sensaciones, con pequeños instantes, que solo, solo seremos capaces de percibir si ponemos los cinco sentidos.
Vista, oído, olfato, gusto y tacto para sentir que la vida nos entra a raudales.
Sed felices.
Querida Elena, que seas muy feliz en el nuevo año con la media docena de sentidos que siempre has dejado en todos tus actos: los cinco habituales y el sentido común, una cualidad muy escasa que sólo tiene alguna gente privilegiada como tú. Besos.
ResponderEliminarGracias, José Luis. Muy feliz año también para ti y gracias por tu generosas apreciaciones.
ResponderEliminarBesos