En estas fechas que no es extraño que oiga a mi alrededor manifestaciones en contra de las Fiestas que se aproximan. La verdad que hay veces que son tantas las voces discordantes que me da cierto reparo confesar que a mi me encantan. Desde que tengo memoria, mis recuerdos de las Navidades están llenos de alegría, de color, de celebración. Desde el primer día de vacaciones, en el que te despertaba el sonsonete del Sorteo de la Lotería: ....."ciento cincuenta mil peseeeetaaaaaas....", hasta el día de los Reyes, en los que con los ojos llenos de sueño y la tripa llena de mariposas, abría la puerta del salón, para encontrarme con la carta que había escrito hecha realidad.
Al pasar los años y cuando tuve a mis hijos procuré inculcarles esa ilusión que a mí me hacía disfrutar de esas sensaciones tan gratas.
Este año, a pesar de las grandes ausencias, no quisiera que fueran diferentes. Sobre todo porque las personas que nos faltan eran los primeros que disfrutaban muchísimo preparando las cenas, las comidas, comprando los regalos y reuniendo a la familia.
Mañana pondré el Árbol y el Belén y daré el último toque al menú de Nochebuena. Este año mi familia cenará en mi casa, y me hace mucha ilusión. Sé que he tomado el relevo de quien hasta ahora tenía esa grata responsabilidad, mi padre, y espero estar a su altura.
Bien, pues para aquellos que las disfrutan y para los que no tanto, de corazón os deseo unos días llenos de paz y felicidad, y que ambas se hagan extensivas a 2012.
Sed felices.
Al pasar los años y cuando tuve a mis hijos procuré inculcarles esa ilusión que a mí me hacía disfrutar de esas sensaciones tan gratas.
Este año, a pesar de las grandes ausencias, no quisiera que fueran diferentes. Sobre todo porque las personas que nos faltan eran los primeros que disfrutaban muchísimo preparando las cenas, las comidas, comprando los regalos y reuniendo a la familia.
Mañana pondré el Árbol y el Belén y daré el último toque al menú de Nochebuena. Este año mi familia cenará en mi casa, y me hace mucha ilusión. Sé que he tomado el relevo de quien hasta ahora tenía esa grata responsabilidad, mi padre, y espero estar a su altura.
Bien, pues para aquellos que las disfrutan y para los que no tanto, de corazón os deseo unos días llenos de paz y felicidad, y que ambas se hagan extensivas a 2012.
Sed felices.
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