Al pasar los años y cuando tuve a mis hijos procuré inculcarles esa ilusión que a mí me hacía disfrutar de esas sensaciones tan gratas.
Este año, a pesar de las grandes ausencias, no quisiera que fueran diferentes. Sobre todo porque las personas que nos faltan eran los primeros que disfrutaban muchísimo preparando las cenas, las comidas, comprando los regalos y reuniendo a la familia.
Mañana pondré el Árbol y el Belén y daré el último toque al menú de Nochebuena. Este año mi familia cenará en mi casa, y me hace mucha ilusión. Sé que he tomado el relevo de quien hasta ahora tenía esa grata responsabilidad, mi padre, y espero estar a su altura.
Bien, pues para aquellos que las disfrutan y para los que no tanto, de corazón os deseo unos días llenos de paz y felicidad, y que ambas se hagan extensivas a 2012.
Sed felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario