No le apetecía hacer balance del año que a punto estaba de terminar. Significaba tener que recordar momentos dolorosos que durante meses había ocultado en los pliegues más recónditos de su pensamiento, sobre todo uno que descollaba sobre todo los demás.... Parecía mentira, ya más seis de meses.
Un año difícil, comentaba la gente. ¿Difícil? A poco que el nuevo año se esforzara conseguiría mejorar al cien por cien este 2011, que le había hecho brotar más lágrimas que sonrisas.
Claro que, no todo había sido negativo. A lo largo de esos doce meses había conocido a personas, había el vivido experiencias interesantes, que de alguna manera, compensaban las otras, aquellas que le arañaban el alma.
Cogió la agenda que reposaba en la mesa y pasó las hojas de delante hacia atrás. Nombres, fechas, eventos se presentaban ante sus ojos, en un curioso "flash back". En varias de ellas se detuvo un poco más, recordando sensaciones e imágenes de citas, de personas e incluso alguna le hizo sonreír al ver que las perspectivas y proyectos se habían convertido en realidades.
Cuando retrocedió al principio, al uno de enero, solo había escrita una frase: "fuerza para afrontar lo que venga". Y pensó que no había sido mal propósito porque aunque algo agotada, esa fuerza la había empujado como viento en espalda hasta el final.
En fin, concluyó, que siempre cuando llegan estas fechas acabamos haciendo inventario de nuestra vida. Quizá porque necesitamos apoyarnos en el pasado para enfrentarnos al futuro.
Feliz 2012
Un año difícil, comentaba la gente. ¿Difícil? A poco que el nuevo año se esforzara conseguiría mejorar al cien por cien este 2011, que le había hecho brotar más lágrimas que sonrisas.
Claro que, no todo había sido negativo. A lo largo de esos doce meses había conocido a personas, había el vivido experiencias interesantes, que de alguna manera, compensaban las otras, aquellas que le arañaban el alma.
Cogió la agenda que reposaba en la mesa y pasó las hojas de delante hacia atrás. Nombres, fechas, eventos se presentaban ante sus ojos, en un curioso "flash back". En varias de ellas se detuvo un poco más, recordando sensaciones e imágenes de citas, de personas e incluso alguna le hizo sonreír al ver que las perspectivas y proyectos se habían convertido en realidades.
Cuando retrocedió al principio, al uno de enero, solo había escrita una frase: "fuerza para afrontar lo que venga". Y pensó que no había sido mal propósito porque aunque algo agotada, esa fuerza la había empujado como viento en espalda hasta el final.
En fin, concluyó, que siempre cuando llegan estas fechas acabamos haciendo inventario de nuestra vida. Quizá porque necesitamos apoyarnos en el pasado para enfrentarnos al futuro.
Feliz 2012
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