Siguiendo con la cotidiana costumbre de buscar en los bolsillos antes de meter el pantalón en la lavadora, sobre todo después de haber lavado un billete de 20 euros, sus dedos tocaron un papel. Era una hoja de cuartilla, doblada en cuatro partes. La extendió sobre la encimera. Escrito en mayúsculas decía: Lo que no me gusta de ti.
Después, escrito en su letra menuda ponía:
"Tus arrebatos ante lo que crees que no es justo. Tu empecinamiento si crees tener razón. Tus lágrimas tan fáciles ante situaciones cotidianas. Tu intransigencia contra aquello que no comprendes",
Pero más abajo, continuaba:
"Pero ese arrebato se convierte en fuerza ante las dificultades, y tu cabezoneria en constancia y persistencia ante trabajo, tu sentimiento a flor de piel en sensibilidad ante las emociones y la intransigencia ante la incomprensión en arrojo y valentía para defender tus valores. Y esto me recompensa de todo lo demás".
Guardó el papel en una cajita, junto con cosas preciadas. Él nunca supo que lo había leído, aunque le extrañó semanas después encontrar un papel debajo de su almohada que decía: "También hay cosas que no me gustan de ti, pero por las mismas cosas te amo".
Sed felices.
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