No, no las he leído, vaya eso por delante, y tampoco está en mi ánimo el leerlas de inmediato, aunque la verdad sea dicha que, después de ver el último artículo sobre esta trilogía me pica la curiosidad, sobre todo al observar que lo denominan el porno para mamás.
No sabía que hay porno para madres, padres, carteros o inspectores de Hacienda, pero mira tú por donde, debe ser así.
En fin, que ya sin poder resistirme, me he zambullido en dicho artículo, en el que se cuentan las tremendas visicitudes que está sufriendo el equipo que va a convertir esta literatura en película, porque se niegan a que sea una película pornografica. Vaya, pienso, partiendo de la calificación graciosa de "porno para mamás", no me imagino que los gionistas la vayan a transformar en una de Walt Disney....
En fin, que no hay como dar con la clave para vender libros, aunque esas claves no sean nada innovadoras. Al fin y al cabo, el centro argumental de esas cincuenta sombras son las relaciones sadomasoquistas, que ya con el inefable Marqués de Sade están recogidas literariamente en obras como Justine, o en una época más próxima en Historia de O. Tal vez, como pasa con otras obras literarias, a la gente le cuesta acercarse a los clásicos.
Una, que anda entre escritores- lo siento, sé que son malas compañías- oye quejas y suspiros de lo difícil que es conseguir que a uno le lean o simplemente que le publiquen, contempla asombrada el éxito de esta escritora británica E.L. James, cuya calidad literaria está en entredicho, y que parece ser fue en principio un apéndice de Crepúsculo, best seller también amoroso, pero esta vez de vampiros y hombres lobos.
No es mi intención hacer una critica formal de estas obras que, ya he dicho al principio, no he leído, ni siquiera de la actividad sexual que refiere, ya que cada uno es muy libre de obtener placer, si es consentido, por supuesto. Simplemente he querido, en esta noche rural, tranquila y reposada en la que me he sorprendido por este artículo, compartir con vosotros la curiosidad del éxito de una trilogía fundamentada en las relaciones de dominación (varón) y sumisión (mujer) , en pleno siglo XXI, y en unos tiempos en los que muchas nos dejamos las uñas en el teclado y los tacones en las aceras para remarcar que cualquier relación entre hombres y mujeres, ya sea sexual, laboral u otra , tiene que basarse en la igualdad.
¿Porno para mamás?... ¡Cómo está el patio!.
Sed felices.
No sabía que hay porno para madres, padres, carteros o inspectores de Hacienda, pero mira tú por donde, debe ser así.
En fin, que ya sin poder resistirme, me he zambullido en dicho artículo, en el que se cuentan las tremendas visicitudes que está sufriendo el equipo que va a convertir esta literatura en película, porque se niegan a que sea una película pornografica. Vaya, pienso, partiendo de la calificación graciosa de "porno para mamás", no me imagino que los gionistas la vayan a transformar en una de Walt Disney....
En fin, que no hay como dar con la clave para vender libros, aunque esas claves no sean nada innovadoras. Al fin y al cabo, el centro argumental de esas cincuenta sombras son las relaciones sadomasoquistas, que ya con el inefable Marqués de Sade están recogidas literariamente en obras como Justine, o en una época más próxima en Historia de O. Tal vez, como pasa con otras obras literarias, a la gente le cuesta acercarse a los clásicos.
Una, que anda entre escritores- lo siento, sé que son malas compañías- oye quejas y suspiros de lo difícil que es conseguir que a uno le lean o simplemente que le publiquen, contempla asombrada el éxito de esta escritora británica E.L. James, cuya calidad literaria está en entredicho, y que parece ser fue en principio un apéndice de Crepúsculo, best seller también amoroso, pero esta vez de vampiros y hombres lobos.
No es mi intención hacer una critica formal de estas obras que, ya he dicho al principio, no he leído, ni siquiera de la actividad sexual que refiere, ya que cada uno es muy libre de obtener placer, si es consentido, por supuesto. Simplemente he querido, en esta noche rural, tranquila y reposada en la que me he sorprendido por este artículo, compartir con vosotros la curiosidad del éxito de una trilogía fundamentada en las relaciones de dominación (varón) y sumisión (mujer) , en pleno siglo XXI, y en unos tiempos en los que muchas nos dejamos las uñas en el teclado y los tacones en las aceras para remarcar que cualquier relación entre hombres y mujeres, ya sea sexual, laboral u otra , tiene que basarse en la igualdad.
¿Porno para mamás?... ¡Cómo está el patio!.
Sed felices.
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