Ve desde la ventana el árbol que ha sido el testimonio físico del paso de las estaciones durante tantos años. Hoy luce una explosión de naranjas y amarillos, apenas veteados de verde. Pronto sus ramas asomarán desnudas y braceando bajo el viento invernal, para brotar verdes en primavera.
Pero hoy es tiempo de las hojas amarillas.
Le gusta el otoño, algo melancólico, pero que regala tanta luz, reflejada en esos doradas hojas que vislumbro a través de los cristales. También es propicio para el recuerdo. Quizá porque ella está en el tiempo en que algunas de sus vivencias ya toman ese color significativo, como el del papel antiguo.
Estos días, han sido muchos los recuerdos que a su cabeza han vuelto, que creía ya guardados en el baúl de su memoria, tras otros que fueron ocultando aquellos. Pero los acontecimientos, como un terremoto, han revuelto esos estratos, haciendo que volvieran a surgir en sus pensamientos.
Primas hermanas....siempre el segundo término prevaleció sobre el primero.
Ya sabe que no tendrá la oportunidad de que ella lea las palabras que va escribiendo en su pequeño cuaderno de tapas negras, de que ella sepa que, a pesar de las circunstancias en que la vida las fue colocando, y cuando su corazón se encoge pensando que la distancia ya se hará definitiva y para siempre, el recuerdo de esa tarde en que las dos, tan pequeñas, tan inocentes, con toda su vida por delante, que entonces no era más que un hoja en blanco, con muy pocas líneas escritas, y que quedó plasmada en una fotografía en blanco y negro, en el parque de El Retiro, se ha quedado tatuada en su alma para siempre.
Para ella el otoño tiene el hielo del invierno en el corazón....
Pero hoy es tiempo de las hojas amarillas.
Le gusta el otoño, algo melancólico, pero que regala tanta luz, reflejada en esos doradas hojas que vislumbro a través de los cristales. También es propicio para el recuerdo. Quizá porque ella está en el tiempo en que algunas de sus vivencias ya toman ese color significativo, como el del papel antiguo.
Estos días, han sido muchos los recuerdos que a su cabeza han vuelto, que creía ya guardados en el baúl de su memoria, tras otros que fueron ocultando aquellos. Pero los acontecimientos, como un terremoto, han revuelto esos estratos, haciendo que volvieran a surgir en sus pensamientos.
Primas hermanas....siempre el segundo término prevaleció sobre el primero.
Ya sabe que no tendrá la oportunidad de que ella lea las palabras que va escribiendo en su pequeño cuaderno de tapas negras, de que ella sepa que, a pesar de las circunstancias en que la vida las fue colocando, y cuando su corazón se encoge pensando que la distancia ya se hará definitiva y para siempre, el recuerdo de esa tarde en que las dos, tan pequeñas, tan inocentes, con toda su vida por delante, que entonces no era más que un hoja en blanco, con muy pocas líneas escritas, y que quedó plasmada en una fotografía en blanco y negro, en el parque de El Retiro, se ha quedado tatuada en su alma para siempre.
Para ella el otoño tiene el hielo del invierno en el corazón....
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