La creatividad es un don, sin lugar a dudas. La capacidad de poder imaginar aquello que todavía no existe, pero que puede ser realidad, porque ya está en nuestra mente es, sin discusión, un privilegio.
Y cuando, dando un paso a delante, lo convertimos en algo tangible, el sentimiento de satisfacción puede llegar a cotas astronómicas.
Pero antes de llegar a este proceso, hay que empezar por creer, es decir, antes creyente que creador. ¿Y por qué llego a esta conclusión? Simplemente, porque de esa convicción nace luego la capacidad de asumir todo lo que un proceso de creación conlleva, sobre todo el esfuerzo.
Dentro de unos pocos días, un mes escaso, veré puesto en pie uno de los proyectos que más me han ilusionado: un sello editorial, que nacerá a través de una primera obra, RIVAS, UNA MIRADA ESCRITA, y que ha contado con la colaboración de magníficos escritores, que han puesto en él no solo su creatividad, que como digo es indiscutible, sino, mucho antes, su convencimiento, su creencia en que esta empresa saliera adelante, como así será, cuando lo culminemos el 10 de octubre, con la presentación al público.
No solo son importantes las ideas, sin fe en ellas, jamás crecerían ni se convertirían en realidades. Por eso en la vida de cualquier persona es vital encontrar compañeros de viaje que crean en las mismas rutas y lean en los mismos mapas, aunque a veces se discrepe si el camino más corto es por la izquierda o por la derecha. Yo he tenido esa suerte en este proyecto al encontrarme con alguien que lo creyó, y conmigo lo ha creado, sin que haya escatimado esfuerzos para verlo en pie. Yo sé que su discreción, a veces, le hace sentirse incómodo cuando se le menciona en foros como éstos, pero él sabe que sola no lo habría conseguido y por esta vez me va a permitir que le mencione directamente ¿Verdad, José?.
En conclusión y para terminar: fe en las ideas, voluntad para llevarlas a cabo y suerte para encontrar quien nos acompañe en la aventura.
Sed felices.
Y cuando, dando un paso a delante, lo convertimos en algo tangible, el sentimiento de satisfacción puede llegar a cotas astronómicas.
Pero antes de llegar a este proceso, hay que empezar por creer, es decir, antes creyente que creador. ¿Y por qué llego a esta conclusión? Simplemente, porque de esa convicción nace luego la capacidad de asumir todo lo que un proceso de creación conlleva, sobre todo el esfuerzo.
Dentro de unos pocos días, un mes escaso, veré puesto en pie uno de los proyectos que más me han ilusionado: un sello editorial, que nacerá a través de una primera obra, RIVAS, UNA MIRADA ESCRITA, y que ha contado con la colaboración de magníficos escritores, que han puesto en él no solo su creatividad, que como digo es indiscutible, sino, mucho antes, su convencimiento, su creencia en que esta empresa saliera adelante, como así será, cuando lo culminemos el 10 de octubre, con la presentación al público.
No solo son importantes las ideas, sin fe en ellas, jamás crecerían ni se convertirían en realidades. Por eso en la vida de cualquier persona es vital encontrar compañeros de viaje que crean en las mismas rutas y lean en los mismos mapas, aunque a veces se discrepe si el camino más corto es por la izquierda o por la derecha. Yo he tenido esa suerte en este proyecto al encontrarme con alguien que lo creyó, y conmigo lo ha creado, sin que haya escatimado esfuerzos para verlo en pie. Yo sé que su discreción, a veces, le hace sentirse incómodo cuando se le menciona en foros como éstos, pero él sabe que sola no lo habría conseguido y por esta vez me va a permitir que le mencione directamente ¿Verdad, José?.
En conclusión y para terminar: fe en las ideas, voluntad para llevarlas a cabo y suerte para encontrar quien nos acompañe en la aventura.
Sed felices.
Un proyecto precioso y que os hace muy grandes. Es un placer estar a vuestro lado. Tu fuerza es un ejemplo.
ResponderEliminarGracias, Fernando, pero tú también eres uno de esos compañeros de ruta tan necesarios para no desviarme en el camino, a pesar de las dificultades.
ResponderEliminarUn abrazo
Aunque yo no esté, por la sencilla razón de que el relato es un género que no domino, suerte con el libro. Suerte también con la editorial, tomar caminos distintos no significa nada en lo afectivo, sólo que las rutas o los intereses culturales son otros.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, José Luis, por tu comentario, siempre tan valioso, en lo personal por estar siempre cerca y apoyando; en lo literario por que eres un referente importantísimo y un ejemplo, y el que iniciaste hace muchos años el camino para que otros estemos ahora donde estamos y abordemos proyectos como el sello editorial. Aunque no estés, estás.
ResponderEliminarUn abrazo