Hoy me encuentro en esa tesitura de tener veinte temas volando por mi cabeza como pajarillos que no atrapo, para poder serviros alguno. Pero como también os he comentado otras veces, me resisto a no cumplir con mi cita y no dejaros alguna reflexión.
Podría tirar del hilo de la cita literaria que tuve el viernes y sobre un tema que para mi era delicado, de esos de "o te pasas o no llegas". Pero creo que, junto con un grupo de colaboradores inestimables, superé la prueba con holgura.
Y por si mi cupo de cultura no tuviera suficiente, ayer domingo mis pasos y la compañía de unos amigos que me visitaban me llevaron al museo del Prado. Allí puse en marcha mis conocimientos sobre arte para guiarles a contemplar una selección de las obras principales. Disfruté como una niña con zapatos de tacón. En mi retina se volvían a impresionar las composiciones, los colores y los temas de tan grandes artistas: El Bosco, El Greco, Murillo, Goya, Velázquez....Y el propio museo, una joya de arquitectura, en la que como abejas en una colmena, transitábamos miles de personas, ansiosas por libar tanta belleza.
Tres horas que pasaron como en vuelo y en los que me volví a ver en mi época de estudiante, esta vez con mi cuaderno de apuntes en ristre, ante cualquier cuadro, explicando a mi compañera la materia que entraba para examen, hasta que, saliendo de nuestra abstracción, nos dábamos cuenta de que estábamos rodeadas de personas que nos escuchaban con atención. Incluso recuerdo un día en que nos llegaron a aplaudir.
Amo el Arte, lo tengo que decir, en cualquiera de sus manifestaciones: literatura, pintura, música, escultura, arquitectura.... Son la muestra de que el ser humano, capaz de las mayores atrocidades, también hace posible llenar de placer la vida de sus semejantes y revalorizar la propia existencia.
Inicié el fin de semana con la literatura y lo cerré apresando en mis ojos la hermosura de la pintura. ¿Alguien da más?
Sed felices.
Podría tirar del hilo de la cita literaria que tuve el viernes y sobre un tema que para mi era delicado, de esos de "o te pasas o no llegas". Pero creo que, junto con un grupo de colaboradores inestimables, superé la prueba con holgura.
Y por si mi cupo de cultura no tuviera suficiente, ayer domingo mis pasos y la compañía de unos amigos que me visitaban me llevaron al museo del Prado. Allí puse en marcha mis conocimientos sobre arte para guiarles a contemplar una selección de las obras principales. Disfruté como una niña con zapatos de tacón. En mi retina se volvían a impresionar las composiciones, los colores y los temas de tan grandes artistas: El Bosco, El Greco, Murillo, Goya, Velázquez....Y el propio museo, una joya de arquitectura, en la que como abejas en una colmena, transitábamos miles de personas, ansiosas por libar tanta belleza.
Tres horas que pasaron como en vuelo y en los que me volví a ver en mi época de estudiante, esta vez con mi cuaderno de apuntes en ristre, ante cualquier cuadro, explicando a mi compañera la materia que entraba para examen, hasta que, saliendo de nuestra abstracción, nos dábamos cuenta de que estábamos rodeadas de personas que nos escuchaban con atención. Incluso recuerdo un día en que nos llegaron a aplaudir.
Amo el Arte, lo tengo que decir, en cualquiera de sus manifestaciones: literatura, pintura, música, escultura, arquitectura.... Son la muestra de que el ser humano, capaz de las mayores atrocidades, también hace posible llenar de placer la vida de sus semejantes y revalorizar la propia existencia.
Inicié el fin de semana con la literatura y lo cerré apresando en mis ojos la hermosura de la pintura. ¿Alguien da más?
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