domingo, 4 de marzo de 2012

Bebidas de lujo

Acabada la comida, dicho sea  de paso, menú del día, tras una sobremesa suficiente, se lleva a cabo el habitual ritual de abonar la cuenta. Y así lo hacemos. Vemos el total y....¡ Oh cielos! ¿de dónde sale semejante precio?
Atónitos y perplejos llamamos al camarero y le preguntamos. El, muy amablemente nos señala un concepto: A.D.G., que arroja 30 euros
- ¿Qué es esto? ¿Un nuevo impuesto?- alcanzo a decir.
- No, señora- me dice el camarero solicito- es la bebida que han pedido.
- Perdone, pero nosotros no hemos pedido ninguna bebida. Nos han puesto dos jarras de agua corriente.-  replico algo indignada.
El camarero me mira condescendiente, como el que mira a un niño pequeño, y me explica:
- Exactamente: Agua Del Grifo....A.D.G
- Pero...pero...¿desde cuando se cobra el agua del grifo como si fuera un vino de gran reserva?
El camarero nos observa con atención y pregunta:
- ¿Ustedes no son de Madrid?
- Pues no, hemos llegado hoy a una visita de trabajo, y estaremos una semana. Somos de Valencia. Y allí solo podemos beber agua mineral y como nos habían hablado tan bien del agua de Madrid, que si era de la sierra, natural, pues por eso la hemos pedido.- contesta mi compañero.
- Pues desde que Esperanza Aguirre privatizó el canal de Isabel II, más vale que pidan whisky de treinta años- contesta el camarero- Ya me parecía a mi que, para un menú del día era una bebida de demasiado fuste, pero, claro, uno ya ha visto de todo. Si me hubieran preguntado, tenemos un Marqués de Riscal a la mitad de precio, pero como me pidieron agua del grifo... Nosotros en mi casa ya nos lavamos y fregamos con agua mineral que nos sale mucho más barato, eso sí, hace peor jabón, pero limpiar, limpia. Y por cierto, que no le hemos cobrado el hielo, eso corre por cuenta de la casa.
Resignados, pagamos la cuenta.
Nos dirigimos al hotel, con la intención de descansar. Cruzamos el hall hacia los ascensores, cuando oímos la voz del recepcionista que nos llama.
- Disculpen, pero tenemos una pequeña duda con su reserva.
-¿ Duda?- preguntamos.
- Sí, porque nos hemos dado cuenta de que no han hecho reserva con el suplemento de ducha.Serían unos 120 euros más....
- ¡Cómo, si la habitación con desayuno cuesta ochenta euros!- exclamo, al borde de la indignación.
- Si, pero no incluye ducharse, solo el agua de la cisterna. Es un servicio aparte. Claro que si se hacen Amigos del Canal de Isabel II, tienen un 10% de descuento en cada ducha y un 5% en el agua de lavarse los dientes.... La tarjeta cuesta solo 30 euros al año. Pero yo creo que si se duchan más de dos días durante su estancia,  les trae cuenta....

¡¡Y en Valencia nos quejábamos de los trajes de Camps!!

Sed felices.

Siempre hay que poner un poco de humor a las situaciones graves y esta situación es pura ficción (por ahora), pero tenemos que impedir como sea que nos arrebaten un bien tan preciado como el agua. NO A LA PRIVATIZACIÓN DEL CANAL DE ISABEL II.










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