-¿Me quieres?
- Claro, mujer.
- Claro, ¿qué?
- Pues que te quiero....
- ¿Y por qué está claro?
- Pues....porque lo está.
- No sé...no veo que sea tan obvio....
- Mira que te gusta complicar las cosas.
- No es complicar. Es que la respuesta, "claro", no me parece....
- ¡Ya estamos! ¿Y cuál según tú debería de ser la respuesta?
- Pues, sí o no, pero claro. Claro significa que se da por supuesto, que es obvio, que no cabe duda....
- Ah! Y tú tienes dudas.
- Dudas.... pues a veces me gustaría que estuviera más acorde con tus actuaciones. Por eso te lo pregunto
- Bueno... empezamos con los razonamientos.... mira, tu me preguntas que si te quiero y yo te contesto que sí...
- No, me has contestado que claro, como si yo te preguntara algo que se responde por sí mismo. No creo que sea tan enrevesado contestar
- Ya, y al final me pilla el toro. Sí, sí, sí.... te quiero, te quiero. ¿Contenta?
- ¿Y cuánto me quieres?
- Pues .....mucho, claro...
- Otra vez claro.....
- De verdad, cariño, que cuando coges un tema.... Te quiero, sí. Y mucho, muchísimo...¿Algo más?
- ¿Y por qué me quieres?
- ........
(Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)
Sed felices
- Claro, mujer.
- Claro, ¿qué?
- Pues que te quiero....
- ¿Y por qué está claro?
- Pues....porque lo está.
- No sé...no veo que sea tan obvio....
- Mira que te gusta complicar las cosas.
- No es complicar. Es que la respuesta, "claro", no me parece....
- ¡Ya estamos! ¿Y cuál según tú debería de ser la respuesta?
- Pues, sí o no, pero claro. Claro significa que se da por supuesto, que es obvio, que no cabe duda....
- Ah! Y tú tienes dudas.
- Dudas.... pues a veces me gustaría que estuviera más acorde con tus actuaciones. Por eso te lo pregunto
- Bueno... empezamos con los razonamientos.... mira, tu me preguntas que si te quiero y yo te contesto que sí...
- No, me has contestado que claro, como si yo te preguntara algo que se responde por sí mismo. No creo que sea tan enrevesado contestar
- Ya, y al final me pilla el toro. Sí, sí, sí.... te quiero, te quiero. ¿Contenta?
- ¿Y cuánto me quieres?
- Pues .....mucho, claro...
- Otra vez claro.....
- De verdad, cariño, que cuando coges un tema.... Te quiero, sí. Y mucho, muchísimo...¿Algo más?
- ¿Y por qué me quieres?
- ........
(Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)
Sed felices
De esos diálogos vitales se hacen los días, entre la obviedad y los silencios. No pensamos a veces que las palabras se quedan cortas y son incapaces de expresar lo que realmente sentimos. Tampoco se sabe cómo leer los silencios. En cualquier caso, el otro siempre está ahí, necesario, vital, imprescindible.
ResponderEliminarY hay preguntas que esperan la respuesta acorde con los sentimientos que las actuaciones inspiran.
ResponderEliminarSobre todo porque en el amor lo obvio sobra. A veces tras ese claro, se esconde la monotonía de un sentimiento cotidiano más tiene que ver con la costumbre que con la pasión.