Estas dos palabras encabezan la dedicatoria de un libro de poesía. De un libro de poesía que he recibido como regalo en esta mañana, en un momento y un lugar que no esperaba. Así son los regalos que más nos ilusionan: inesperados. Y la mañana se ha llenado de belleza en la voz del autor que, con el sentimiento que fluye cuando se aman las palabras, ha recitado dos poemas.
Y la mesa de la cafetería en la que estábamos sentados se ha llenado de sensaciones y este día de septiembre se ha iluminado con la luz de la poesía.
"Para Elena..." Así ha sido. Para mí.
Qué afortunada soy de estar rodeada de personas sensibles e interesantes , y que además son tan generosas que no se lo guardan para sí y lo comparten.
Nuestra cita era una reunión de trabajo, sí. Y hablamos de proyectos y de acciones. Pero cuando íbamos a dar por concluida la reunión, surgió la lectura de otros versos.
¡Que importa que sea martes!
Sed felices.
Querida Elena, decía Ángel González que la poesía no existe de espaldas al lector. Las palabras viven si encuentran una sensibilidad despierta y receptiva, si hablan al corazón y no al silencio.
ResponderEliminarJosé Luis:
ResponderEliminarTu mejor que nadie sabes de mi paulatino enamoramiento de la poesía. Mucho del camino lo he recorrido tras tus pasos....