Comenté al inicio de este blog que quería compartir mis experiencias como mujer subida en tacones, es decir mis experiencias de mi vida sobre todo profesional, sin olvidar que también está muy unida a mi vida personal.
Pero esos zapatos de tacón, a veces, me hacen rozaduras. Aunque esté tan acostumbrada a llevarlos que no concibiría otro tipo de calzado, hay días que me molestan, se me clavan y lo único que quiero es descalzarme.
Esto es por supuesto una metáfora. Me refiero a que, apesar de lo satisfecha que estoy con mi vida, no puedo negar que hay momentos que pienso en tirar la toalla. Son los menos, pero los hay... son esos días en que por mucho que te esfuerzas las cosas parecen no tener sentido, las personas no te entienden y tú tienes la impresión de haber retrocedido kilómetros en tus propósitos.
¿Qué hacer? Pues buscar rapidamente la tirita del cariño, del apoyo de los que te quieren. Funciona siempre. Y con esas rozaduras protegidas, volvernos a subir a los tacones y seguir caminando hacia adelante.
Sed felices.
Bueno ya sabes que la vida es una montaña rusa, esa sensación también la tengo en algunos momentos, piensas que saldrá bien lo planeado y es todo lo contrario o bien no haber conseguido aquello por lo que habías trabajado, pero menos mal que tenemos ese apoyo ¿qué sería de nosotros sin ellos?
ResponderEliminarBesos y abrazos para todos.