Estamos en periodo pre-electoral. Los partidos políticos empiezan a confecionar sus listas de candidatos y candidatas a los ayuntamientos.
Desde hace años, y sobre todo en los partidos progresistas se elaboran listas considerando el hecho de la igualdad de sexo, la que conocemos como paritaria que significa que debe haber el mismo número de mujeres que de hombres. Pero hay quien pretende ir a más allá. Llegar lo que se conoce como "cremallera". La alternancia de mujeres y hombres desde el principio de la lista. Hay a favor y en contra de esta práctica. Aquellos que no lo ven, explican que se tienen que hacer por capacidad y no por equiparación de sexos. A favor el que de esta manera se facilita el acceso a las mujeres a los primeros puestos.
Sin lugar a dudas, yo estoy a favor de que la responsabilidad sea para quien tenga mayor preparación, pero no nos engañemos, esta sociedad todavía es muy machista. Los porcentajes de mujeres que ocupan altos cargos en la Administración o en la empresa privda son minoría todavía, cuando ya superamos desde hace tiempo a los hombres en titulaciones universitarias.
Quizás el problema es que las mujeres no somos ambiciosas de poder. Históricamente hemos aprendido a llevar a cabo nuestros propósitos con estrategias pacíficas y no poniendo la hombría siempre sobre la mesa. Y aunque hay excepciones, preferimos la conciliación al confontamiento, para abordar nuestros objetivos.
Recuerdo una letra de una zarzuela que me cantaba mi abuela (creo que es de Gigantes y Cabezudos):
"Si las mujeres mandasen
en vez de mandar los hombres,
serían balsas de aceite
los pueblos y las naciones...."
Pero mientras tanto, habra que seguir apoyando la cremallera.
Sed felices.
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