Seguro que muchos conocemos la fábula de la tortuga y el escorpión, que cuenta como un escorpión, después de rogar a una tortuga que le cruzara un arroyo y asegurarla, ante los temores de aquella, que no la picaría, no cumple su promesa y hunde el aguijón a mitad de camino en el cuello de su benefactora. La pobre tortuga, estupefacta y agonizando le pregunta ¿Por qué? Y el escorpión, aún sabiendo que él también morirá ahogado le responde: está en mi naturaleza....
Durante este fin de semana he contemplado la apoteósis del Partido Popular y de su dirigente Rajoy que, henchido de orgullo, se ve triunfante en las elecciones. Durante estos años de crisis ha ido a lomos del PSOE, ya no como el escorpión, sino más bien como una garrapata, nutriéndose de la sangre política que Zapatero iba perdiendo afrontando las reformas para salir de la crisis, sin importarle que el país se fuera al hoyo. Ahora ya ve la orilla y se dispone a asestar el golpe final. No sé si ganará las generales, seguramente sí, pero cuando llegue al gobierno y muchos se pregunten donde están las promesas de Rajoy en las que defendía al trabajador, a la pequeña empresa, las pensiones, el cambio económico y sufran en propias carnes la política neoliberal que defiende bajo cuerda, la respuesta será obvia, está en sus genes.
Sed felices.
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