Hoy ha sido un día de asombros o de ir de la sartén a las brasas, no solo por el calor reinante en estos madriles caniculares, que una ya tiene muchos años de pasarlos y tampoco los combate mal, sino por dos noticias que me ha dejado ojiplática y boquiabierta.
La primera de ellas es el descubrimiento del Bosón de Higgs, que según he podido constatar es una partícula semejante a un fotón y que, por algo la llaman la molécula de Dios, conseguirá desentrañar el origen de Universo, ahí es nada. Reconozco que se me me escapa la explicación y a pesar de mi interés por leer los artículos que se han publicado en los medios, no alcanzo a comprender lo que me cuentan sobre partículas carentes de masa y de aceleraciones dobles para detectar perturbaciones, más allá de reconocer la brillantez de las mentes capaces de concluir este descubrimiento.
La otra noticia es la recuperación del Códice Calixtino, robado hace un año y que ha sido encontrado en un garaje propiedad del ladrón, un electricista cabreado por el despido laboral y que había montado una banda estilo Rififí con su familia, para expoliar una buena parte del patrimonio de la catedral de Santiago.
Seguramente los peregrinos del siglo XII, fecha en que se data el Códice robado, que arribaran , guiados por las estrellas de la Vía Láctea, hasta el Campus Stellae (Compostela), nunca imaginaron que nueve siglos después los físicos, que ellos llamarían magos, llegarían a descubrir, o al menos eso se piensa, el origen de la creación.
El ser humano es capaz de realizar las cosas más grandiosas y la vez más mezquinas. Unos sueñan con estrellas, mientras otros afanan lo ajeno.
Sed felices.
La primera de ellas es el descubrimiento del Bosón de Higgs, que según he podido constatar es una partícula semejante a un fotón y que, por algo la llaman la molécula de Dios, conseguirá desentrañar el origen de Universo, ahí es nada. Reconozco que se me me escapa la explicación y a pesar de mi interés por leer los artículos que se han publicado en los medios, no alcanzo a comprender lo que me cuentan sobre partículas carentes de masa y de aceleraciones dobles para detectar perturbaciones, más allá de reconocer la brillantez de las mentes capaces de concluir este descubrimiento.
La otra noticia es la recuperación del Códice Calixtino, robado hace un año y que ha sido encontrado en un garaje propiedad del ladrón, un electricista cabreado por el despido laboral y que había montado una banda estilo Rififí con su familia, para expoliar una buena parte del patrimonio de la catedral de Santiago.
Seguramente los peregrinos del siglo XII, fecha en que se data el Códice robado, que arribaran , guiados por las estrellas de la Vía Láctea, hasta el Campus Stellae (Compostela), nunca imaginaron que nueve siglos después los físicos, que ellos llamarían magos, llegarían a descubrir, o al menos eso se piensa, el origen de la creación.
El ser humano es capaz de realizar las cosas más grandiosas y la vez más mezquinas. Unos sueñan con estrellas, mientras otros afanan lo ajeno.
Sed felices.
Lo del códice es digno de una estupenda novela de espías cutres... Me encanta esta España profunda de crímenes rurales.
ResponderEliminarLa verdad es que el espiritu de Curro Jiménez campea por libre todavía
ResponderEliminarUn abrazo