sábado, 22 de octubre de 2011

Virus.... (¡qué malita estoy!)


Están en nuestro derredor, en nuestras manos, en nuestra boca, en el aire que respiramos. Son como francotiradores que esperan el momento más idóneo para encontrar cualquier oportunidad: un estornudo, un apretón de manos, un beso, y entrar en nuestro cuerpo, en el que se replicarán a la velocidad del rayo, con la intención de doblegarnos. Y en breves horas nos veremos poseídos por ellos, como si de los diablos de Belcebú se trataran. Algunos son conocidos, y nuestros leucocitos, caballeros de alba armadura, que defienden nuestro organismo, los reconocen, y rápidamente atacan hasta machacarlos. Pero lo hay más retorcidos, que engañan y se disfrazan para no ser reconocidos: las mutaciones, que hacen que nuestras defensas tengan que luchar hasta la extenuación.
Esta noche, con nocturnidad y alevosía he sufrido el ataque de uno de estos invisibles seres, el de la gastroenteritis, que me ha mantenido durante horas humillada, de rodillas y con la cabeza en el inodoro.
En fin, que aquí me tenéis, rodeada de mantitas, agua de limón, y desconsuelo. Menos mal que no hay mal que cien años dure.....
Sed felices

2 comentarios:

  1. Buenos días Elena, espero que te recuperes pronto, en mi casa empezamos con los males de garganta, Joel y Fernando han sido los primeros, tocaremos madera para resistirnos, dentro de lo que podamos.
    Abrazos.

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  2. Gracias, Jero. Esto parece que ya está más o menos, pero al final caímos los cuatro. Un beso para todos.

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