miércoles, 15 de junio de 2011
Siesta
No hay sensación mejor que el sopor que entra después de comer en una tarde de verano. Es una sensación de relax, suave que penetra mientras ves, en la mayoría de las ocasiones un documental en TV2. En mi caso, intento mantener la atención en las imágenes que me hablan de la vida de los leones en el Sherengueti pero comienzo a notar como mis neuronas se empiezan a desconectar....me descalzo, me tumbo en el sofa, al que le tengo tomada la medida, y los leones se desvanecen...
En algunas ocasiones, sobre todo en la playa, me acuesto en la cama. Me encanta la percepción de la habitación en penumbra, la brisa moviendo el visillo y el frescor de las sábanas contra la piel.
A la siesta la llaman el yoga español...algo tendrá cuando somos muchos y muchas los que nos dejamos llevar por este pequeño intervalo de descanso, que rompe los días de verano y el calor sofocante.
En fin, termino. Son las cuatro y me está entrando sueño...
Sed felices
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aunque son mas de las nueve, la excelente descripción que haces de una sensación tan placentera y de sobra familiar para todos a solas con el sofá, hace que los pápados parece que quisieran pesar en un bis deseado, homenajeando al citado acto solemne en la sobremesa.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Marc. Es agradable encontrar sintonía con otras almas en las cosas sencilla.
ResponderEliminarUn beso