lunes, 13 de junio de 2011

Sandalias de tacón y uñas pintadas de rojo


Si algo determina que para mi ha llegado el verano es cuando me pongo las sandalias, normalmente con tacón (aunque ahora la moda de las "romanas" nos obliga a ir más planas). Me encanta el calzado de verano, que te permite llevar los pies desnudos, pero sin perder un ápice de elegancia ni de saber estar. Disfruto como una niña dejando los dedos libres, pobrecitos, que han estado subyugados a las botas durante el invierno.
Pero la liberación de los pies tiene sus servidumbres, empezando por llevar arregladas las uñas. Me encantan pintadas de rojo, no sé, dan una sensación llamativa pero sofisticada al mismo tiempo, combinable y alegre.
En otro post de este blog tuve la ocasión de hablar de la impresión que me causan las manos de los hombres, en las que me fijo inmediatamente. Pues bien, en verano me fijo mucho en los pies de las mujeres, que también son locuaces. Sorprende a veces ver féminas bien vestidas, cuyo pies, uñas y talones son un horror. Vamos que se caen los palos del sombrajo.
Aconsejaría a los varones que se fijaran en este detalle. Se ahorrarían sorpresas posteriores.
En fin, manías que tiene una.
Sed felices

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