Gazpacho

Que nadie se alarme, que esta entrada no es una receta sobre este plato veraniego. Es más una reflexión metafórica sobre como pueden armonizar ciertos ingredientes y convertirlos en una mezcla homogénea y sabrosa.
Pimiento, tomate, pepino, cebolla, aceite.... giran y giran bajo la batidora, mezclándose colores y sabores. De la misma manera funciona mi mente cuando estoy elaborando un proyecto: una idea de aquí, una observación por allá, un colaborador de acullá y mi cabeza empieza a trabajar para fundir todos los elementos y hacer surgir a la realidad lo que en principio solo estaba en mi imaginación.
Obviamente la idea de este post me ha surgido porque hoy he hecho un gazpacho para comer que, aunque sea pecado de soberbia, me ha salido muy rico. Y es que lo mismo vale una para un roto que para un descosido.
Sed felices