viernes, 11 de marzo de 2011

11-M


Son tantas las palabras dichas y tantas las lágrimas vertidas. Tanto dolor entorno a esta fecha que recordaremos, sin querer recordarla, para siempre. Ciento noventa y dos nombres, uno a uno que resuenan en los oídos de la memoria colectiva, y nos hablan de lo absurdo de las muertes arrancadas en nombre de no sé que fanatismo absurdo,que sirve a un dios que se alimenta de seres inocentes.
Más de dos mil cuerpos han aprendido a vivir con la huella de ese día, más de dos mil mentes han tenido que iniciar un nuevo camino, preguntándose ¿por qué?, sin obtener respuesta.
¿Qué le dices a aquel que después de siete años, su despertar gira entorno a un pensamiento que le dice que su hija, su marido o su hermano forma parte de la historia dramática del mayor atentado terrorista que nuestro país ha sufrido?
¿Qué hemos aprendido?

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