jueves, 26 de abril de 2012

Reflejo condicionado

Todo el mundo conoce la experiencia del perro de Pavlov. Me refiero a la de  aquel científico que realizó un experimento con su perro, al que le daba de comer al tiempo que tocaba la campanilla. Repetida la secuencia las veces suficientes,  el perro, aunque no le sirvieran la comida, al oír la campana empezaba a salivar.
¿A que viene este comentario? Bien, a que me da la impresión de que somos, o a veces parecemos, una sociedad tan condicionada como el perro de Pavlov. Y paso a explicar por que.
Noticias en la televisión,  noticias económicas en las que nos explican como de mal nos va todo. Acto seguido imágenes de un terremoto, con unos pocos muertos, unas inundaciones, con otros poco  fallecidos, un atentado terrorista o dos,  el Consejo de ministros de turno, en el que se nos comunican más recortes en todo lo habido por haber y de pronto, chan, chan..., la locutora o locutor cambia y aparece un caballero sonriente o una señorita más sonriente aún que nos cuenta lo emocionante que está la liga, la Champion o el premio de fórmula uno. Automáticamente nuestra cara se distiende, nuestro rostro se relaja y contemplamos la vida desde la perspectiva de que nuestro mayor problema  es que el equipo de nuestros amores no descienda o que Alonso vuelva a ganar el Mundial.
Y esto un día tras otro, produciendo en el telespectador la misma reacción: un bloqueo ante las noticias graves y una aceptación de aquello que se nos vende como el remedio de nuestra angustia.
Nadie hace dos años sabía lo que era la prima de riesgo y ahora nos han condicionado de tal manera, a base de repetir y repetir, que somos incapaces de tomar el café de la mañana sin enterarnos a cuánto se subasta la deuda. Lo mismo con  la Bolsa y el famoso Ibex 35, que ocupa nuestro interés y preocupación, cuando la mayoría de los mortales no jugamos en ella, ni jugaremos jamás....

Condicionar es controlar. Y quien controla tiene el poder, no lo olvidemos.

Sed felices.

Cierro el blog hasta el mes que viene. Volveré el 3 de mayo. Feliz puente!!

martes, 24 de abril de 2012

Palabras en vano

Uno de los pecados capitales, de los diez de la Ley de Dios, es el de no tomar el nombre del Padre en vano, es decir, no poner a Dios por testigo cuando sabemos que aquello que queremos apoyar por mediación divina, no se sostiene.
No, no teman mis lectores, que no  vamos a dar una lección de catequesis, pero si quiero centrar el tema y este modelo cristiano me parecía clarificador.
Para una parte de la ciudadanía estos mandamientos han quedado obsoletos, puesto que hay una mayoría, a pesar de lo que parece con tanta parafernalia eclesiástica- que una cosa es predicar y otra dar trigo- , que están dentro de una dinámica laica o atea. Y tal vez  por eso, por lo que ciertas personas asuman como lo más natural decir, pronunciar o expresar palabras en vano.
Llevo tiempo, y los que están más cercanos lo saben, en un estado de estupefacción casi permanente. Leo y escucho intervenciones y discursos que desdicen de una manera descarada aquello que hace un tiempo era una verdad absoluta. Y no me refiero a los políticos, que a esos siempre se le atribuye tan triste condición, sino a personas cercanas que, o fruto de un Alzheimer prematuro o del mayor de los cinismos, donde antes decían digo, ahora dicen Diego.
Para justificar las contradicciones hemos inventado algo tan socorrido como que son "`puntos de vista", lo mismo que para expresar diferencias, hablamos de "matices". Es  lo políticamente correcto.... cuando lo que son realmente son mentiras como puños.
Hay una expresión que dice que "el papel todo lo sostiene" y así podemos comprobar como, por parte de personas o colectivos, cuando se escriben o dicen  palabras en el  ámbito que sea, a la hora de llevarlas a cabo, las diferencias son palmarias. Nada que ver con la verdad, pero tampoco nada que justificar.
Claro que tenemos la tranquilidad de que no iremos al infierno, porque no creemos en él... y al final, nunca pasa nada,  las palabras se las lleva el viento.

domingo, 22 de abril de 2012

Pilar

Hay una escultura de la época helenística y que ha llegado a nosotros  a través  de una copia romana, que se denomina  "El Galo moribundo". Nos muestra a un guerrero herido de muerte, pero que que se mantiene erguido, valiente. Siempre me pareció, desde hace mucho tiempo, una imagen de la dignidad,  del valor que se demuestra en los momentos más adversos. Yo quiero hoy, esta noche, que cierra un día muy largo, dedicar esta entrada de mi blog a mi compañera, Pilar Jiménez, que hoy ha afrontado una situación muy complicada, muy difícil, con una gran templanza, con una gran dignidad. Yo lo sé, porque estaba con ella.
Quiero que sepa que, aunque tiene muchas virtudes: es trabajadora, tenaz, inteligente, hoy he admirado en ella, eso, la dignidad ante la derrota en una batalla en la que ella ha esgrimido las armas de la coherencia, la generosidad, la lealtad y una visión de futuro encomiable. Pero no pudo ser. Quizá por que nuestras naves no estaban todavía preparadas para luchar contra esos "elementos".

Hoy  mis palabras van  por ti, Pilar.

Y a los demás, sed felices.

viernes, 20 de abril de 2012

Dedicatoria

No  entendía muy bien el significado del mensaje que había llegado a su ordenador, mejor dicho, lo que entendía le parecía asombroso. Solo unas líneas en las que se describía una situación que en nada le identificaba sucesos reconocibles.
Volvió a leerlo, una, dos y hasta tres veces. Al final tuvo que concluir que sí, que la primera vez lo había comprendido.
Sintió un pinchazo físico, y sin querer le brotó una lagrima, que permitió rodara por la mejilla. Le parecía tan injusto y triste. En su mente se formaron las imágenes de charlas, de confidencia y de consejos de casi veinte años, ante un café, una cerveza o en la esquina de su calle, con las manos metidas en los bolsillo por el frío en una tarde otoño. También recordaba como él había acudido en momentos importantes de su vida, mostrando siempre su apoyo  o como también comentaba con esa ironía inteligente, su torpeza ante tareas cotidianas. Juntos anduvieron un camino común y diferente, pero siempre jalonado por una sinceridad y cariño que cimentó  una amistad construida en la admiración mutua
El pinchazo se había transformado en  dolor interno, sordo, profundo. Se levantó, fue a la estantería del estudio y cogió un libro. Allí, de su puño en letra, había una dedicatoria:

"A.... con la esperanza de que este camino común no acabe nunca".

Entonces se dio cuenta  de que tan solo le cabía esperar en la misma encrucijada y con su mismo equipaje de cariño y amistad, a que él volviera a encontrar esa senda común, que, sin ella saber por qué, había abandonado.
Y esperaría....

Sed felices.



miércoles, 18 de abril de 2012

Si tu vida sexual funciona, lo demás no importa

Últimamente me cuesta entender ciertos anuncios publicitarios- el otro día lo comentaba por Facebook- pero el que se lleva la palma es el que escucho en la radio bastante a menudo y que vende un tratamiento para la disfunción eréctil. Sin entrar en más detalles sobre el problema, que es de suponer duro de roer para el varón que lo sufre, dicho anuncio nos dice que si nuestra la vida sexual  es "guay", todo funciona. Y ello lo ejemplifica simulando una colisión de dos coches, quedando en este caso el sujeto paciente destrozado. Pero, mira tú por donde, el dueño sale tan pimpante, feliz como una lombriz, justificando a la conductora -que es una mujer, ¿casualidad?-  y diciendo que nada, que no sufra, que todo tiene solución en esta vida. ¿El secreto? Pues que este caballero debe estar todo el día "dale que te pego al tema". El anuncio cierra con esta frase lapidaria: "si tú vida sexual funciona, lo demás no importa".
Pues claro, ¿qué es la crisis, la prima de riesgo, los mercados, el paro ante un buen polvo? Y si nos detenemos un poco y observamos ciertas actitudes de nuestros dignatarios y responsables políticos empezamos a entender ciertas cosas. Porque no hay que ser muy listo para darse cuenta que ese aspecto que luce la Merkel no es de correrse-nunca mejor dicho- muchas juergas. Y ya con Rajoy o Montoro no entro, hablan por ello mismos.
En fin, que si nos preocupáramos más por darle gusto al cuerpo y no tantas vueltas al coco a lo mejor seríamos igual de pobres pero seguramente luciríamos una resplandeciente sonrisa.

Sed felices.... ¡¡¡Ya sabéis como!!!

lunes, 16 de abril de 2012

¿Gasto o inversión?

Cualquier estudiante de primero de Empresariales sabría diferenciar un gasto de una inversión, cuando hablamos en términos económicos. Por ejemplo, si yo me pago cien euros por una mariscada, es un gasto,  y aunque me reporte el beneficio de relamerme de gusto,  ya que el único retorno  que puedo tener es que me suba el ácido úrico. Pero si yo esos cien euros los invierto en publicidad de mi negocio, los clientes que acudan con ese reclamo y superen esa cantidad harán que el gasto se convierta en inversión  rentable.
¿Fácil, no? Pues parece que nuestro lúcido gobierno de España, ese que al día siguiente de ganar las elecciones generales iba a acabar con el paro y la inquina de los pu.....mercados, no lo entiende así, y ha metido la tijera, mejor dicho, la guadaña en las partidas de Educación y Sanidad.
Un disparate más, porque no  hay gastos en Educación y Sanidad, no, son inversiones. En Educación porque los niños y jóvenes de hoy, serán trabajadores o empresarios el día de mañana que devolverán con su actividad el dinero invertido, y en muchos casos con creces, ayudando así al progreso del país. En Sanidad, porque desde el punto de vista preventivo ahorramos muchísimos gastos a posteriori, no teniendo que cuidar enfermedades crónicas, y desde el punto de vista de tratamientos eficaces, gastamos menos  por  bajas laborales.
Vamos, que dos más dos son cuatro.
Gastos son otros:  los que hemos tenido y tenemos sobre todo  en fastos y propaganda y prebendas a la Iglesia.
Me alucina la falta de ideas de algunos políticos, que solo ven el aquí y ahora y que tienen muy poco de valentía para defender aquello que son derechos fundamentales del pueblo.
Claro que, habida cuenta que instituciones "tan prestigiosas"  como el FMI (*) ha alertado de que vivimos demasiado, de que somos muy longevos en la actualidad,  sospecho que esto no es más que un contubernio muy bien orquestado. Al final lo que habrá serán ciudadanos que morirán pronto, pero felices, porque en su ignorancia no se enterarán.

Sed felices.

(*) Fondo Monetario Internacional.

sábado, 14 de abril de 2012

Borrasca

Me siento hoy ante mi ventana con poca inspiración, cosa que no suele pasar muy a menudo, pero que a veces pasa. Esta costumbre de escribir en el blog cada dos o tres días realmente es por imposición mía, pero después de más de dos años haciéndolo, ya se ha convertido en un hábito y es como si me faltara algo si no lo hago. El problema se plantea cuando creo que no tengo nada interesante que contaros, algo que me está ocurriendo en esta ocasión. Podría recurrir al socorrido tema de los tiempos que estamos viviendo, con esta inacabable crisis, pero bastante "chapa" nos dan los medios de comunicación y los prójimos que nos rodean, para que venga yo  a amargaros un sábado.
Quizá sea esta borrasca que está cruzando la Península Ibérica y que se me aparece tras los cristales de mi ventana vestida de nubarrones grises la que me produce estas bajas presiones mentales, con unas isobaras cerebrales tan apretadas que me impiden ofreceros hoy una entrada imaginativa y original. Y mira que lo siento, pero por más que me estrujo las neuronas como si fueran limones, no consigo ir más allá que sugerir esta metáfora borrascosa.
Menos mal que al igual que este fenómeno metereológico pasará -todo pasa y todo llega, ya lo dijo el poeta-  este pequeño bloqueo también se evaporará y se despejará mi  mente y entonces podré dar suelta a temas mucho más interesantes.
En fin, que no quería dejar de faltar a mi cita con vosotros, mis queridos y pacientes lectores, y aunque mi ofrenda de hoy  sea vana, está como siempre llena de cariño y gratitud.
Que el fin de semana os reporte descanso, paz y amor y dejad que los problemas, como la borrasca, pasen.
Sed felices.

miércoles, 11 de abril de 2012

La agonía y el éxtasis

¿Es el proceso de creación una agonía? ¿Es necesario que el creador, ya sea escritor, pintor o cualquier otro artista necesite del sufrimiento para crear?
El título de esta entrada replica el de una película de mediados de los sesenta que narraba el proceso de realización de las pinturas de la capilla Sixtina por el gran Miguel Ángel, el cual, encarnado por el actor Charlton Heston, uno de mis iconos de infancia antes de que me enterara de su apoyo a las armas, transmitía al espectador todo el suplicio que acontece al artista ante el reto de su obra. Recuerdo las imágenes en las que tumbado bajo el techo de la que con los siglos sería reconocida como  su más grande obra, gemía y suspiraba por encontrar esa magia que proveniente de su mano diera realidad al elenco pictórico más famoso.
Agonía proviene del griego agonós, que significa lucha. De ahí que el final de nuestra existencia se identifique con esta palabra, en la que la vida entabla la postrera batalla con la muerte. Pero últimamente me he encontrado con creadores cuyo combate es a brazo partido con las emociones, con los miedos y con las inseguridades por su obra,  y que se debaten en una total y auténtica agonía.
Por ello, me vuelvo a preguntar si es necesario sufrir para crear y llegar a la segunda parte de la ecuación, el éxtasis, el clímax que conlleva ver tu obra terminada. Pero, al contrario de lo que podríamos pensar, esa satisfacción es poco duradera, y el artista vuelve a sentir la angustia de esa necesidad de volver a imaginar, a escribir, a pintar....y otra vez entra en ese círculo que se parece al suplicio de Sísifo: subir la piedra a la montaña, para que vuelva a caer. Se debaten por tanto entre esa agonía y ese éxtasis incomprensible para los demás mortales.
Es como si los dioses, envidiosos de la belleza y el sentimiento que algunos humanos son capaces de crear con la literatura, la pintura o la música, hubieran decidido lanzar una maldición:
"Harás que se conmuevan, que lloren, que rían, que se enamoren con tu arte, pero tú.... sufrirás"

Sed felices.

lunes, 9 de abril de 2012

"Peloterapia"

Convencida estoy de que esta palabra no existe, pero es la más definitoria para explicar a lo que me refiero. A la terapia relacionada con ir a la peluquería. Ya, ya sé que muchas de mis amigas me dicen que no les gusta ir , que no las dejan bien, que nunca les cortan como ellas quieren... Pero creo que lo dicen con la boca chica. Al final, el ratito que pasamos en esos centros de belleza, dejándonos manejar el pelo,  es sumamente relajante.
Creo que no he llegado a comentar en este blog que el estado de mi pelo es una de mis frívolas preocupaciones- la otra, como ya sabéis, son los zapatos-. Parece ser, o por lo menos así me lo cuenta mi madre, que ya desde pequeñita el peinarme o el verme bien peinada tenía tal efecto terapéutico en mi que, cuando me enfadaba, algo que me acontecía bastante a menudo dado mi genio, me metía en el cuarto de baño y me dedicaba a peinarme durante un rato, para después salir sonriente y aplacada.
Pues bien, hoy he pensado que no había una mejor manera de afrontar la vuelta a la rutina de un lunes postvacacional que pasar primero por la peluquería. Y así lo he hecho. Han sido dos horas y  media de tintes, cortes y peinados y sobre todo de charla sobre "nuestras cosas".... Y he salido como nueva, tan saneada como mis puntas. La verdad es que verse una arregladita no tiene por menos que levantar el ánimo.
De broma le he comentado a la peluquera lo bien que me había sentado la sesión, y que quizás habría que potenciar mejores peinados y menos "lexatín".
Aunque tal vez no sea tan de guasa.Vernos bien nos hace sentir bien ¿O no?


Sed felices

sábado, 7 de abril de 2012

En la punta de un lápiz.

Venir descansada de las vacaciones es casi una obligación, aunque en mi caso es una muy grata realidad. Cosa rara en mi, he podido desconectar. Y digo que es extraño porque entre mis variada virtudes no se halla la de tener la capacidad de aislarme, de abandonar los problemas y las rutinas, y tiendo a meterlas en la maleta cuando me marcho unos días. Pero esta vez lo conseguí. Incluso el ordenador se quedó en casa, esperando mi vuelta.
Me hacía falta. Estaba en un punto de saturación en el que la concentración empezaba a fallarme. Ha sido un trimestre muy intenso en  lo laboral y en  lo personal, y necesitaba vaciar mi mente, dejar huecos que llenaran otras actividades.Porque cuando la mente está llena de cuestiones, de asuntos que se aprietan unos con otros como piojos en costuras, estorbándose e impidiendo que se vean las cosas claras, es el momento de parar, tomarse un respiro y recordar que, como los césares, somos mortales.
Los paseos por la playa, la lectura y sobre todo el dibujo han llenado mis horas de asueto.¡Hacía tanto tiempo que no dibujaba disfrutando de ello! Deslizar el lápiz, ver como la forma que tienes en tu mente va saliendo del papel, de la nada en blanco,es un placer que muy pocas veces me permito en estos últimos tiempos, quizá porque para ello el pensamiento debe dirigir la mano para ejecutar el trazo, y mi pensamiento andaba de aquí para allá, en danza constante.Pero en estas vacaciones, lo he hecho, he vaciado mi mente de preocupaciones y he permitido que mi mano volara libre. Como decía mi padre, la magia existe en la punta de un lápiz. Y esa magia ha hecho que yo haya regresado con ganas, con fuerza y  dispuesta a seguir.

Sed felices.