Cualquier estudiante de primero de Empresariales sabría diferenciar un gasto de una inversión, cuando hablamos en términos económicos. Por ejemplo, si yo me pago cien euros por una mariscada, es un gasto, y aunque me reporte el beneficio de relamerme de gusto, ya que el único retorno que puedo tener es que me suba el ácido úrico. Pero si yo esos cien euros los invierto en publicidad de mi negocio, los clientes que acudan con ese reclamo y superen esa cantidad harán que el gasto se convierta en inversión rentable.
¿Fácil, no? Pues parece que nuestro lúcido gobierno de España, ese que al día siguiente de ganar las elecciones generales iba a acabar con el paro y la inquina de los pu.....mercados, no lo entiende así, y ha metido la tijera, mejor dicho, la guadaña en las partidas de Educación y Sanidad.
Un disparate más, porque no hay gastos en Educación y Sanidad, no, son inversiones. En Educación porque los niños y jóvenes de hoy, serán trabajadores o empresarios el día de mañana que devolverán con su actividad el dinero invertido, y en muchos casos con creces, ayudando así al progreso del país. En Sanidad, porque desde el punto de vista preventivo ahorramos muchísimos gastos a posteriori, no teniendo que cuidar enfermedades crónicas, y desde el punto de vista de tratamientos eficaces, gastamos menos por bajas laborales.
Vamos, que dos más dos son cuatro.
Gastos son otros: los que hemos tenido y tenemos sobre todo en fastos y propaganda y prebendas a la Iglesia.
Me alucina la falta de ideas de algunos políticos, que solo ven el aquí y ahora y que tienen muy poco de valentía para defender aquello que son derechos fundamentales del pueblo.
Claro que, habida cuenta que instituciones "tan prestigiosas" como el FMI (*) ha alertado de que vivimos demasiado, de que somos muy longevos en la actualidad, sospecho que esto no es más que un contubernio muy bien orquestado. Al final lo que habrá serán ciudadanos que morirán pronto, pero felices, porque en su ignorancia no se enterarán.
Sed felices.
(*) Fondo Monetario Internacional.
¿Fácil, no? Pues parece que nuestro lúcido gobierno de España, ese que al día siguiente de ganar las elecciones generales iba a acabar con el paro y la inquina de los pu.....mercados, no lo entiende así, y ha metido la tijera, mejor dicho, la guadaña en las partidas de Educación y Sanidad.
Un disparate más, porque no hay gastos en Educación y Sanidad, no, son inversiones. En Educación porque los niños y jóvenes de hoy, serán trabajadores o empresarios el día de mañana que devolverán con su actividad el dinero invertido, y en muchos casos con creces, ayudando así al progreso del país. En Sanidad, porque desde el punto de vista preventivo ahorramos muchísimos gastos a posteriori, no teniendo que cuidar enfermedades crónicas, y desde el punto de vista de tratamientos eficaces, gastamos menos por bajas laborales.
Vamos, que dos más dos son cuatro.
Gastos son otros: los que hemos tenido y tenemos sobre todo en fastos y propaganda y prebendas a la Iglesia.
Me alucina la falta de ideas de algunos políticos, que solo ven el aquí y ahora y que tienen muy poco de valentía para defender aquello que son derechos fundamentales del pueblo.
Claro que, habida cuenta que instituciones "tan prestigiosas" como el FMI (*) ha alertado de que vivimos demasiado, de que somos muy longevos en la actualidad, sospecho que esto no es más que un contubernio muy bien orquestado. Al final lo que habrá serán ciudadanos que morirán pronto, pero felices, porque en su ignorancia no se enterarán.
Sed felices.
(*) Fondo Monetario Internacional.
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