viernes, 22 de abril de 2011

El sexto sentido o el valor de la intuición.


Reivindico ese sexto sentido al que denominamos intuición. Quizá se piense que está reñido con la racionalidad, con la demostración empírica de las cosas. Pero ¿quién no ha sentido una atracción irresistible hacia ciertas persona o lo contrario?.
Yo creo en esa capacidad de percibir más allá de lo que los sentidos al uso me indican.
Cuando esa intuición me avisa de que estoy pisando terreno resbaladizo, más vale que me agarre, porque lo más seguro es que sea así.
En la actualidad se valora de una manera muy positiva la llamada inteligencia emocional, de la que las mujeres somos poseedoras en un grado mayor que los hombres. Y esta inteligencia emocional está compuesta, en mi opinión, de una gran dosis de esa intuición y de una importante capacidad de observación, que conjugadas ambas permiten la posibilidad de anticipar ciertas reacciones.
A lo largo de mi vida profesional tengo que confesar que, en muchas ocasiones, me he valido más de eso que llamamos "corazonada" para tomar ciertas decisiones que de análisis totalmente racionales. Y casi siempre he acertado.
A veces hay que escuchar más al corazón y menos a las estadísticas.
Sed felices.

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