Pertenezco a una generación a la que nos enseñaron que en la vida hay que hacer lo que se debe hacer, sobre todo dentro de unas normas, de unos valores, en muchas ocasiones preestablecidos, otras heredados y discriminatorios. Nos educaron para ser hombre y mujeres cabales, cumpliendo siempre con lo correcto, y siendo nuestra guía la disciplina.
Pero, ¿que ocurre cuando hay discrepancia entre lo quieres y lo debes? Es decir, encontrarte con la disyuntiva de ser tu o quien los demás esperan que seas.
Ya quisiera ver a Salomón teniendo que emitir un juicio en este sentido. Desgraciadamente, no podemos partirnos en dos de tal manera que seamos capaces de contentar a todas las partes. Entonces, ¿qué hacer? ¿agarrarte a esos principios que te inculcaron desde pequeña, a esa persona que los demás ven en ti y actuar en consecuencia, anteponiendo otros intereses a los tuyos o tomar el camino de ser tu misma, pese a quien pese, aún a riesgo de dejarte la piel en el envite?
Sed felices.
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