domingo, 20 de abril de 2025

¿No habrá paz para los malvados?

 


 Ojalá y así sea.

Porque cada día que pasa la mala gente, la que insulta, difama e intenta destrozar valores y principios abunda más, o, por lo menos así lo aparenta.

Hace unos día escuché un postcast del profesor y criminólogo Vicente Garrido acerca de los psicópatas integrados, título de una de sus obras, que son aquellos que se encuentran entre nosotros y , sin que hayan realizado ningún asesinato en serie, como los que imaginamos cuando hablamos de otros psicópatas: Ted Bundy, El arropiero, El carnicero de Milwaukee, y un largo etc..., pueden hacer la vida imposible a quienes les rodean. 

Es curioso como estas mentes psicópaticas se refugian en profesiones como médicos, financieros, funcionarios, periodistas y políticos, entre otras. De estas dos últimas se puede dar fe, simplemente asomándote a las redes sociales, o escuchando las intervenciones en plenos, asambleas o Congreso, reduciéndolo a España, o, yendo más lejos, escuchando a Putin o Trump.

La carencia de empatía, de remordimiento, el narcisismo , la capacidad de tomar decisiones rápidas y la búsqueda del reconocimiento social,  aunque sea, como se suele decir, "pisando cabezas", hace que estos psicópatas integrados, estos malvados elevados a la enésima potencia que conviven en nuestro día a día, sean extremadamente peligrosos, pues a todo lo demás se une su capacidad de manipulación.

Existen adultos psicópatas, pero también en edades anteriores. No hay más que acercarse a los numerosos casos que vemos de acoso, agresiones, bulling, en centros escolares, en círculos de amistades. En una época como la adolescencia la capacidad de estos jóvenes de atraer con sus "encantos" a otros puede ocasionar daños irreparables tanto físicos o psíquicos.

A  un/una psicópata no se la puede cambiar, pero si aprender a lidiar con ella. La clave es no dejarte manipular, establecer límites claros, buscar apoyo, si es necesario incluso en las autoridades y proteger tu bienestar emocional y físico. 

Se calcula que un 1% de la población en general son psicópatas, por lo que no es extraño que en algún momento nos crucemos con una persona de estas características.  Así que, lo mejor, es como nos dice el refrán : "al igual que el sol, cuanto más lejos mejor".

Sed felices.