viernes, 29 de julio de 2011

Sentimientos en cajas de cartón


Tras la pérdida de mi padre mi madre ha decidido dar un giro a su vida, empezando por cambiar de casa. Eso ha conllevado, naturalmente una mudanza. Cuarenta años de vida fueron empaquetados en cajas de cartón, cargados en un camión y llevados a la nueva casa.
A pesar de las apariencias, ya que dichas cajas se iban acumulando en una gran pirámide, a mi me parecían insuficientes para la cantidad de sensaciones, sentimientos y vivencias que se iban con ellas.
Yo llegué a esa casa con once años, y recuerdo la impresión que me dio ver la terraza, el parquet y sobre todo mi habitación, tan luminosa y coqueta. Y en ella trascurrió mi adolescencia y juventud, hasta que marché para vivir mi propia vida. Recuerdo las tardes con mis amigas comentando sobre primeros amores, las noches de estudio de los parciales, ya en la facultad, charlas después de cenar con mi padre sobre lo humano y divino, los besos ansiosos en el portal con mi novio, alargando las despedidas....
Cerramos tras esa puerta una etapa importante de nuestra vida. Y no puedo por más que admirar la valentía de mi madre que, en vez de aferrarse al pasado, ha decidido que todavía puede y debe plantearse un futuro.

Sed felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario