domingo, 10 de julio de 2011

De montañas, románico y pespuntes de felicidad


He vuelto de un corto viaje a la montaña palentina, en lo que se conoce como el Parque Natural de Fuentes Carrionas. Un sitio que frecuento desde hace quince años, y que tiene como aliciente unos maravilloso paisajes, una enorme cantidad de monumentos de arte románico y la posibilidad de aquellos que les gusta montar, de hacer turismo ecuestre.
Nos hemos alojado en nuestro sitio habitual, Casa Simón. A mi parecer es una de los mejores ejemplos de turismo rural de la zona. Me encanta esta modalidad de alojamiento. Tienes las comodidades de un hotel y la libertad de estar en una casa, sin las cortapisas de los alojamientos mayores.
Cuando llego a Arbejal, pueblito que se encuentra junto a Cervera del Pisuerga y en el que está Casa Simón, parece que el mismo viento que sopla desde la cumbre del Curavacas se lleva los malos rollos de la ciudad. La vista se pierde hasta el infinito y tienes que ser muy de madera para que el espíritu no se te conmueva.
Sentada al pié de un árbol, junto a la Iglesia románica de San Salvador de Cantamuda, rodeada de un silencio apenas roto por el trino de los pájaros, pensé que los jirones en que a veces se te rasga la vida se cosen con los pequeños pespuntes de felicidad que hay en un paseo, en contemplar el remanso de un río o la belleza de una ermita medieval....
Sed felices.

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