Primera entrada de Mi vida en tacones este 2019.

Un rito que llevo haciendo tanto tiempo y sin embargo distinto cada año. En mi carta han ido faltando nombres y apareciendo otros. Es así, y así será siempre, porque, y eso es seguro, yo también desapareceré un día de esas cartas para convertirme en recuerdo.
Pero me alegro de conservar la ilusión todavía de abrir la puerta y ver los paquetes y esa mágica luz, que surge no de la ventana sino de ellos mismos. En el fondo esta fiesta me permite regresar a la niña que fui desde la mujer que soy para poder comprender por qué la vida te da y te quita.
Llegado este día siempre, siempre, doy las gracias a quienes me enseñaron que no es de ilusos tener ilusión sino de quienes se rebelan ante la imposición de la angustia, de lo gris, de los oscuro.
¡Claro que hay magia en la noche de los Reyes Magos! A mí, todos los años, me vuelven a susurrar en sueños que sobre el sofá amanecerá el regalo de seguir viviendo.
Sed felices.
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