No cabe duda que una de las comedias más recordadas de la historia del cine es La vida de Brian. Para aquellos que no la conozcan, cosa que creo que es casi imposible, les diré que es una parodia en la que se recrea la vida de un supuesto profeta judío, Brian, cohetáneo de Jesucristo. Como no se trata de contaros toda la trama, mis queridos lectores, solo me referiré a una escena, que me sirva como analogía para comentaros su relación con la postura de cierto partido y cierto líder.
La escena es a quella en la que se están cuestionando los integrantes de un grupo subversivo, que quiere conseguir la liberación de Palestina del yugo romano, qué es lo que se le debe al Imperio, qué es, en definitiva, lo que el Imperio ha hecho por ellos.
Después de una hilarante retahíla de cuestiones- las calzadas, las escuelas, el alcantarillado, el derecho, etc...-, a la que se responden constantemente: "bueno, sí y que más", llegan a la conclusión de que los romanos no han hecho absolutamente nada.
Esa escena, concretamente, me vino a la cabeza cuando en el discurso de investidura Iglesías Turrión hablaba de los socialistas, postura apoyada por quienes llevan racaneando al Psoe cualquier mérito.
De una manera absolutamente mezquina puso el foco en las ya tristemente famosas "manos manchadas de cal" de Felipe González. Fue incapaz de reconocer los logros que llevaron a cabo los distintos gobiernos socialistas y que trajeron a este país cosas tan "nimias" como la sanidad universal, la educación universal, los fondos de cohexión, leyes de dependencia o violencia de género, el matrimonio gay...
Durante todo este proceso de la no investidura de Pedro Sánchez lo que está claro es que una oportunidad histórica ha quedado estrangulada por la soga que han apretado un ciego- que no quiere ver cómo su partido se desmorona- y un iluminado que ha pasado de admirar a difamar a uno de los mejores políticos de este país y a toda una labor de un partido que ha apostado por el cambio.
Todo esto, en serio, no tiene ninguna gracia...
Sed felices!
La escena es a quella en la que se están cuestionando los integrantes de un grupo subversivo, que quiere conseguir la liberación de Palestina del yugo romano, qué es lo que se le debe al Imperio, qué es, en definitiva, lo que el Imperio ha hecho por ellos.
Después de una hilarante retahíla de cuestiones- las calzadas, las escuelas, el alcantarillado, el derecho, etc...-, a la que se responden constantemente: "bueno, sí y que más", llegan a la conclusión de que los romanos no han hecho absolutamente nada.
Esa escena, concretamente, me vino a la cabeza cuando en el discurso de investidura Iglesías Turrión hablaba de los socialistas, postura apoyada por quienes llevan racaneando al Psoe cualquier mérito.
De una manera absolutamente mezquina puso el foco en las ya tristemente famosas "manos manchadas de cal" de Felipe González. Fue incapaz de reconocer los logros que llevaron a cabo los distintos gobiernos socialistas y que trajeron a este país cosas tan "nimias" como la sanidad universal, la educación universal, los fondos de cohexión, leyes de dependencia o violencia de género, el matrimonio gay...
Durante todo este proceso de la no investidura de Pedro Sánchez lo que está claro es que una oportunidad histórica ha quedado estrangulada por la soga que han apretado un ciego- que no quiere ver cómo su partido se desmorona- y un iluminado que ha pasado de admirar a difamar a uno de los mejores políticos de este país y a toda una labor de un partido que ha apostado por el cambio.
Todo esto, en serio, no tiene ninguna gracia...
Sed felices!
Estupenda película la que mencionas en el artículo.
ResponderEliminarLa posición socialista también daría mucho para hablar ya que la realidad supera la ficción.
Los que tenemos cierta edad hemos visto una degradación del partido. No voy a realizar memoria histórica de las meteduras de pata, de lo que se dice en la oposición y de lo que se hace en el gobierno. Creo que la gente ya dejó de chuparse el dedo y se ha desencantado con esa filosofía del "donde dije digo, digo Diego". Solo voy a mencionar un ejemplo; el de la religión en los colegios. En la oposición siempre dicen que la quitan y en el gobierno no hacen nada. No se puede agradar a todo el mundo, y por eso hay que tomar una posición fija y no variable según las circuntancias . Finalmente, por mucho que digan las bases socialistas, me parece otro gran error el pacto con Ciudadanos que todos sabemos del pie que cojean.
Gracias por tu opinión, aunque como puedes suponer estoy absolutamente en desacuerdo, vamos, que hago una enmienda a la totalidad. Un discurso de un partido no puede ser inmovilista, sino responder a las necesidades de los tiempos, mientras que mantenga su base ideológica. Y respecto al voto de los militantes es lo que respalda las decisiones de nuestro candidato. Y sí, sabemos del pie que cojea Ciudadanos, del mismo que muchos de nuestros conciudadanos. Del que no tengo ni idea es del que cojea Podemos que, desde el primer momento no ha hecho más que poner palos en las ruedas y así les empieza a ir....
ResponderEliminarPues sí.
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con lo que comentas. Está claro que el discurso no debe ser inmovilista pero tampoco dar esos bandazos en la forma de actuar cuando gobierna y cuando está en la oposición.
Me alegra ver tu contestación.
¡Feliz domingo!