Hubo un tiempo en que le preguntaba si la quería. Él siempre respondía: "claro".
¿Claro? ¿ Qué significaba esa expresión respecto a los sentimientos? ¿Algo obvio, algo que se daba por supuesto y que caía por su propio peso? No le cabía en su cabeza esa respuesta. No pedía más que un monosílabo, pero que tuviera en su significado un compromiso.
Intentó dar una vuelta de tuerca y le preguntó por qué. Él, entonces, contestó que porque sí. Otra obviedad, otra cuestión, aunque esta vez si tenía como respuesta el tan ansiado monsílabo, pero fuera de lugar. Tal vez ella lo que deseaba es que le dijera alguna vez las razones por las que él , cuando ella se lamentaba de algunas actitudes, indicaba "mujer, si te quiero mucho".
Los interrogantes se fueron espaciando. Y su tiempo se convirtió en un tiempo discordante, en un universo en el que las palabras y los encuentros siempre se sucedían a destiempo.
Un día ella dejó de preguntarle.Él no se dió ni cuenta.
¿Claro? ¿ Qué significaba esa expresión respecto a los sentimientos? ¿Algo obvio, algo que se daba por supuesto y que caía por su propio peso? No le cabía en su cabeza esa respuesta. No pedía más que un monosílabo, pero que tuviera en su significado un compromiso.
Intentó dar una vuelta de tuerca y le preguntó por qué. Él, entonces, contestó que porque sí. Otra obviedad, otra cuestión, aunque esta vez si tenía como respuesta el tan ansiado monsílabo, pero fuera de lugar. Tal vez ella lo que deseaba es que le dijera alguna vez las razones por las que él , cuando ella se lamentaba de algunas actitudes, indicaba "mujer, si te quiero mucho".
Los interrogantes se fueron espaciando. Y su tiempo se convirtió en un tiempo discordante, en un universo en el que las palabras y los encuentros siempre se sucedían a destiempo.
Un día ella dejó de preguntarle.Él no se dió ni cuenta.
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