domingo, 7 de febrero de 2016

Tendal de rutina

Hoy es domingo. Hace frío, nada extraño por otra parte, pues estamos en el ecuador del invierno, No obstante, parece que el tiempo climatológico se había aliado con el tiempo político para mostrar unas temperaturas fuera de todo rango habitual.

Os digo sinceramente, mis queridos lectores, que hoy me siento cansada, Hay días que, como en una de mis poesías, me siento como ropa vieja colgada de un tendal de rutina.

Tal vez sea el malestar físico que esta espalda mía, que como si estuviera ya harta de echarse tantas cosas sobre ella, me produce  dolor y que me ha hecho pasar una mala noche; o tal vez sea seguir viendo la poca generosidad de algunos que se empeñan en disfrazarse del perro del hortelano en esta mañana de Carnaval, para seguir hambrientos, disputando cualquier hueso, pero sin dejar comer.

Sea lo que sea, hoy doy poco de sí. El cansancio mental, el cansancio vital ha tomado posesión como diablos incordiosos sin nada mejor que hacer. Pero como soy una bloguera responsable no he querido dejar de acudir a mi cita semanal con vosotros.

Sé que esto será pasajero y que en unos días volveré- o eso espero- a encontrarme otra vez en forma.

Hasta entonces, sed felices.

4 comentarios:

  1. Amiga, cuídate, tú eres tu mejor amiga. Sonríe, tómate una cerveza bien fresquita, mira por la ventana al cielo, con ojos de ver la belleza, ah, la espalda siempre recta. Lo primero es cambiar tu actitud. Un fuerte abrazo.

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  2. Gracias, amigo. Esto es pasajero, como las borrascas. Abrazoz.

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  3. Que descanses y a recuperarse.
    Que pases una buena semana.

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