domingo, 6 de noviembre de 2022

¿Qué nos pasa?

 Una tras otra, las crisis se no han ido sumando, y una tras otra  que con las medidas del Gobierno de España y el esfuerzo de la ciudadanía las vamos paliando.Los últimos datos así nos lo reflejan.

Entonces, ¿qué nos pasa que no somos capaces de reaccionar? Reaccionar al acoso y derribo de un presidente y de un Gobierno que son ejemplo para el mundo. Reaccionar ante las mentiras, ante las manipulaciones, ante las absurdeces que desgastan y desaniman con un solo afán electoralista. Afán  convertido en un juego sucio en el que todo vale.

Representantes electos en parlamentos nacionales, regionales, e incluso municipales falseando de forma descarada. Incluso cuando les demuestras con datos que es falso inisiten y persisten, apoyados por quienes prefieren ser gobernados por insolidarios y desleales que por progresistas.

¿Qué nos pasa? Nunca, y ya llevo un tiempo en este valle de lágrimas, he vivido esta situación. 

Estamos ante la usurpación por parte de los medios, por parte de partidos políticos que no aceptan el estar en el lugar al que les han mandado las urnas; estamos en un constante intento de golpe de Estado soterrado.

Lo último que ha sucedido en Madrid con la sanidad debería convencer de que hemos traspasado el límite de la ideología, de la política, para entrar ya en el de el daño social, en el de la  vulneración de derechos. Existe en una idolatría a la imagen de Isabel Díaz Ayuso en ciertos sectores que ya me parece patológica. Me recuerda, en otra cuerda, a la de Evita Perón.

Por suerte el día a día va menoscabando los pies de barro de esta lideresa obsesionada con el presidente del Gobierno y que ansía llegar a ocupar su lugar a la Moncloa. La verdad que Feijóo no se lo está poniendo muy difícil pues, a pesar de los capotes que echan sus compinches para tapar su meteduras de pata, cada día se presenta más inoperante. La bajada de pantalones a horas de firmar la renovación del poder judicial así lo demuestra.

No hay ideología tras las acciones del PP o VOX ( de Cs ya ni hablamos) y , por ende, de sus votantes. Simplemente machacan con el único propósito de alcanzar el poder para seguir manteniendo el estatus de esa rancia "aristocracia" apuntalada por el franquismo, que no quieren perder sus privilegios ni sus puestos, ni sus puertas giratorias. Al grito de ¡fuera el sanchismo! pagan a quienes les colocan en el escaño para devolverles el favor, ya sea en los tribunales, en lo medios de comunicación o en el IBEX 35. La ciudadanía les importa un guano, solo son peones de una partida que les permita controlar el centro del tablero. Hipócritas que gritan que España se rompe, mientras ellos piensan cómo pueden venderla por trozos.

Feliz domingo.


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