sábado, 26 de mayo de 2018

Carta abierta a Albert Rivera

Su señoría:

Quizá, seguramente, que nuestras vidas nunca se lleguen a cruzar. Y eso sucederá porque nuestros ámbitos son diferentes, aunque a ambos nos movemos en  los cauces de la política.

Ayer , día 25 de mayo, tuvo lugar el principio de los que muchos quisiéramos fuera el fin de una época feudal protagonizada por el Partido popular.

Ya, ya sé que usted, desde el principio, vendió que su partido venía a regenerar España. Pero, qué quiere que le diga a su señoría, se le han presentado varias ocasiones y su formación lo único que ha hecho es recular y dar largas...

Sé  muchos conciudadanos creían que  su partido, junto con Podemos, venían a  cambiar la política "caduca" de aquellos que llamaban bipartidismo. Pero, visto lo visto, hasta ahora no ha habido esa implicación que muchos esperábamos.

Ganó su partido las elecciones en Cataluña, pero, y siempre valorando la figura de Inés Arrimadas, mujer valiente, no han hecho más que toreo de salón, sin arrimarse (paradoja con el apellido de su líder) y sin buscar encontrar una salida dialogada más allá del 155.

No sé si el peso de su apellido, Rivera,  le hará tener esa visión, muy cercana a otros homónimos, como Miguel y José Antonio Primo de..., pero sus declaraciones recuerdan a veces a las de un pequeño dictador en ciernes.

Señoría, usted tiene la obligación moral, siendo coherente con sus propuestas de regeneración, de apoyar la moción de censura del PSOE. Y tiene esa obligación porque, por mucho que oiga cantos de sirena, usted es el cuarto partido del arco parlamentario, y porque, también, se ha erigido, repito, en uno de lo artífices del "malleus malificarum" contra la corrupción.

Obviamente sé que su objetivo es electorisa: acabar de sangrar al PP para ganar el espacio de la derecha más pura y dura. Porque usted es un liberal hasta las trancas, más cercano a una Margaret Tatcher o Aznar que a cualquier otro político centrista de la catadura del recordado Adolfo Suarez.

Bien, finalizo esta carta abierta recordándole que la última palabra la tienen las urnas, que los pronósticos se equivocaron en su momento con el sorpaso de Podemos e IU.

No sea retorcido. Usted lo que tiene claro no es acabar con la corrupción, sino ser capaz de minar lo que hasta ahora ha sido el terreno del PP.  Esta en su derecho. Pero, ojo, las encuestas las carga el diablo.

(Fotografía agencia EFE)

No hay comentarios:

Publicar un comentario