domingo, 15 de junio de 2014

De oca a oca

Siempre me fascinó el juego de la Oca. No solo la dinámica de jugarlo sino el propio tablero, con sus dibujos artísticamente confeccionados- por lo menos en el que yo tenía de niña- que recorrían esa espiral, esa concha de caracol que desembocaba en un jardín idílico como el propio Paraíso. Pero hasta llegar a él había que evitar- eso era lo más emocionante- los peligros de caer en el pozo,  la cárcel, la posada, el laberinto o en el peor de todos, en la muerte, cuya efigie con forma de calavera  te indicaba que había que volver a empezar. La otra cara de la moneda, la fortuna,  la representaban el puente- de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente- , los dados- de dado a dado y tiro porque me ha tocado-, las ocas- de oca a oca y tiro porque me toca-, que nos ayudaban a salvar los riesgos y a alcanzar el triunfo final que representaba la casilla 63, y a la que había que llegar con la tirada justa.

He leído recientemente  que el origen de este juego no está claro, aunque existe desde hace mucho, mucho tiempo. Lo relacionan con el asedio del Troya, la corte de los Medicis e incluso puede ser un simulacro del Camino de Santiago inventado por los templarios. De lo que no cabe duda es que algo hay de similitud en este pasatiempo con la existencia humana, y debió ser ésta, en un momento en que la influencia de lo mágico envolvía al humanidad, la que inspiró su creación.

Peligros, trampas, oportunidades que hay que sortear y aprovechar, a veces al albur del azar y de la imaginación, a lo largo de esta aventura que es la vida y desembocar en ese jardin en que podamos encontrar el reposo y la tranquilidad.

Lanzad los dados y....

Sed felices.




1 comentario:

  1. En mi familia decíamos "de dados a dados y tiro porque son cuadrados".

    La relación del juego con los templarios y el Camino de Santiago es muy cierta, de hecho en la iglesia de Puente la Reina hay un crucifijo en forma de pie de oca, -símbolo de la confluencia de los tres caminos del Pirineo en dicha localidad- y en la Plaza de Santiago, de Logroño, está representado el Camino en la forma del juego. (Si no has estado en estos lugares te los recomiendo.) Por cierto, esto me recuerda que tengo pendiente tanto repetir el trecho Pamplona-Puente la Reina -un viaje precioso- como hacer el Puente la Reina-Estella. Con tiempo, ya veremos.

    Lo que también he leído es que el origen último del juego parece ser egipcio y, por mi parte, al ser la oca un ave blanca y migratoria, pienso que puede tener connotaciones chamánicas. Y qué diremos de las casillas, nada menos que 63, o sea, 9 x 7.

    Termino con una pequeña referencia a la utilidad de los sinónimos. Porque "el juego del ganso" no sonaría igual.

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