miércoles, 24 de julio de 2013

Antípodas de la vida

Nadie te dice que llegará un día en que, sin casi transición, te ves en las antípodas de la vida, te encuentras que eres tú quien tienes que cuidar de tu madre o de tu padre cuando, siempre había sido al contrario o, como mucho, estabas en  ese  estadio paralelo de relación entre dos adultos.
Es un sentimiento de semiorfandad, en el que, por una parte ves que la persona que hasta entonces velaba por ti y te aconsejaba se va transformando en alguién que demanda una gran atención y que cada día es más dependiente y por otro, observas  que se está empezando a alejar de tu vida, inmersa en su mundo de recuerdos.
Te cuesta entender como es eso, y, a veces, la desesperanza anida en tu mente cuando te proyectas en el tiempo y piensas que también será ese tu final; y entonces concluyes si merece la pena.
No cabe duda de que la vida es un círculo. Esa fantasía que anida en la cabeza de los niños vuelve en la ancianidad, con la diferencia de que ahora son los recuerdos los que la alimentan y tejen un mundo que nada tiene que ver con la realidad. Personas que ya hace años que murieron, vuelven a revivir en esos recuerdos de la infancia, en esas anécdotas recien pintadas que los ancianos recuerdan con más facilidad que lo que han desayunado esa misma mañana. Y siempre bajo el ojo del Gran Hermano que controla si se lavan, si toman las medicinas, si beben suficiente....
Volver a una infancia sin futuro porque sabemos todos el desenlace.
Ayer, mi madre me preguntó si vendría a comer mi padre con nosotras. Mi padre hace dos años que murió, pero desde hace días, en su cabeza, ha vuelto a vivir y cuando habla de él, sonrie y se la ve dichosa
.
- No, mamá, hoy no vendrá- contesté.
No seré yo quien la vuelva a alejar de él  ¿Para qué?

Sed felices.

4 comentarios:

  1. Es una etapa en la que ellos, como bien dices, son felices, pero muy dura para los que están alrededor. Ojala todo sea un pequeño olvido que la hace sonreír. ¡Cielos que pesimista!. Me ha encantado la entrada Elena.

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  2. Gracias, Loly. Si es duro, pero también es la vida. Un abrazo

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  3. Pues, ojala mis últimos días sean así. De regresión a lo que me hacía feliz y sind arme cuenta de que el final puede estar cerca.
    Abrazos

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    1. Sin lugar a dudas, es como pasar al otro lado del espejo. Un abrazo.

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