A veces pienso que sería estupendo poder ensayar nuestra vida. Ya sé que es una tontería, pero en una hipotética oportunidad de volver a empezar y que el camino recorrido sólo fuera un entrenamiento, ¿volveríamos a llevar a cabo las mismas cosas?. A lo mejor no estudiábamos esa carrera que luego hemos visto tiene una salida dificilísma, ni tendríamos ese amigo que no se comportó bien, ni siquiera coincidiría el mismo número de hijos. ¡Qué bien! Ser capaz de una segunda vuelta....
Pero quizás entonces la vida perdería interés y emoción. Creo que una de las cosas que hace de vivir interesante es la posibilidad de elegir, y por que no, de equivocarte. Nadie dijo que fuera fácil, y creo que en esa dificultad radica el hecho de que merezca la pena. En el proceso de construcción de las personas, todo suma. Y debemos transmitir a aquellos que nos siguen que llegar a ser lo que somos no es fruto de la casualidad.
Por eso, a pesar de que en algunos momentos la tentación de decir "si yo volviera nacer..." es grande, la posibilidad de seguir aprendiendo incluso de nuestros errores, merece la pena.
Sed felices.
Elena, buenas tardes, que tal estáis, espero que bien.
ResponderEliminarPosiblemente seriamos las mismas personas, podríamos tomar otro camino pero al final aparecería el ser que llevamos dentro, viene de fábrica, errores, virtudes, forma de ser completan al individuo y como bien comentas todo tiene que ser trabajado, no se llega por casualidad, se busca.
Otro punto es el deber y la necesidad de guiar a los nuestros para que encuentren un buen camino, tarea difícil pero el que lo persigue lo consigue.
Un fuerte abrazo.