No soporto el calor, sobre todo para dormir. Parece ser que es algo que me pasa desde pequeña. me vuelvo irascible, nerviosa y mi cuerpo lo único que sabe es sudar y sudar...quisiera poder controlarlo, pero cuando llega la noche se me abren las carnes de pensar en ir a la cama.
Intento relajarme y pensar que tampoco es para tanto, pero empiezo a dar vueltas y vueltas y a eso de la madrugada caigo agotada.
¿Es para tanto?¿No debería de intentar ser capaz de controlarlo? Al fin y al cabo sólo es algo incómodo y no grave...
Cuántas veces a lo largo de la vida perdemos los nervios y somos incapaces de asumir situaciones que únicamente son molestas. Pienso que nuestra civilización cada vez acepta peor circunstancias poco agradables. El aire acondicionado nos ha hecho perder la resitencia al calor, cualquier dolorcillo lo atajamos con calmantes y hablamos de lo mal que está la economía mientras cenamos con los amigos en un resturante de 40 euros el cubierto.
No sé si esta reflexión me servirá para aceptar el calorazo que tengo en estos momento, pero por mí que no quede.
Sed felices.
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