jueves, 1 de agosto de 2024

Sobre intransigencia y las Olimpiadas

Creo que sí, que a veces soy intransigente, pero es que cada vez aguanto menos a quien puede y no quiere. 
 
Se me hace muy cuesta arriba la mediocridad alentada por más mediocridad en una sociedad a la que cada vez se le hurtan más posibilidades de adquirir la capacidad de pensar, mientras se le muestra como imprescindible lo que no es más que alpiste intelectual.

Pienso que, en ocasiones, no debería ser tan "dura", pero cuando hecho la vista atrás y veo el camino recorrido, el esfuerzo, el riesgo, el tiempo invertido hasta llegar aquí, siento que vivimos momentos en lo que no nos paramos en lo importante sino en aquello que nos evade y nos lleva a dónde queremos estar sin cuestionarnos nada.

Sé que mi postura, en más ocasiones de las que yo quisiera, me lleva a ser incomprendida o juzgada como eso, "intransigente", pero la mayoría de las veces lo que siento es una extraña sensación de extravío, como una niña perdida en unos almacenes un día de rebajas.

Veo las noticias, escucho a personajes que me revuelven las tripas, que utilizan la mentira y la manipulación para perpetuarse u obtener de nuevo el  poder. Celebramos unos Juegos olímpicos mientras se baten records de muertos, de asesinatos de inocentes. Rusia no puede participar en esos juegos, mientras que Israel, con el infame de Netanyahu, al frente no es castigada, simplemente por los intereses de USA. Según indica Pierre Oliver Beckers, miembro del COI y presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos “los Comités Olímpicos Israelí y Palestino coexisten de manera pacífica” por eso Israel puede participar. ¿En serio que Israel arrasa Gaza, pero eso no tiene repercusión en las Olimpiadas? Mátame, camión. ¡Cómo no ser intransigente!

Poco puedo hacer yo, humilde mujer, desde este blog, más allá de escribir, de poner en negro sobre blanco la diaria frustración que me produce ver cómo el ser humano ha conseguido una anestesia social a base de cultivar el ansia por tener más allá de ser. Tener dinero, tener territorio, tener fama... Nos pasamos media vida queriendo tener y otra media temiendo perder lo conseguido; es entonces cuando, en manos del miedo, nos hemos vuelto tan fácilmente manipulables. 

Es 1 de agosto, el mes de vacaciones por excelencia. Hoy nos volverán a poner los mismos reportajes en los que nos dirán las mismas cosas que todos los años sobre estas fechas. Yo sigo rebelándome contra esta especie de día de la marmota en la que nos quieren hacer ver que un partido de tenis importa más que miles de muertos inocentes.

¿Soy intransigente con esta sociedad consumista y sin valores? Sí, porque creo que es condición sine qua non para llegar a la justicia.

Sed felices.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario