Vivimos en un mundo rodeado de anglicismos para todo; deporte, empresa, moda... Las relaciones sociales o sentimentales no iban a ser una excepción.
Esta que os escribe, mis queridos lectores, intenta, en la medida de sus posibilidades, mantenerse al día respecto a las innovaciones en cualquier área, aunque en ocasiones vaya con la lengua fuera y le cueste comprender ciertas cosas.
Uno de estos anglicismos a los que me refiero es el ghosting, que, aunque lo tenemos asociado al nivel romántico y amoroso, el ghosting puede darse en cualquier relación entre dos personas. Puede darse en el trabajo, entre amigos, familiares o en pareja como ya hemos mencionado.Como muchos sabemos la palabra inglesa ghost significa fantasma. ¿Quién no recuerda ese hepítome del romanticismo, de la esperanza en el más allá al ritmo de Melodía encadenada, de la película del mismos nombre? Pero , al contrario que en esa historia, el ghosting, tal y como se conoce en la actualidad, va más en relación con el "si te he visto no me acuerdo".
No cabe duda que las redes sociales han modificado, y mucho, las relaciones personales, y en ocasiones no para bien. En el caso del ghosting la realidad es que resulta muy desagradable para quien lo padece. Si ya es triste romper una relación por Whatsapp o Messenger, lo es mucho más cuando ni tan siquiera hay unas palabras de despedida, solo silencio al otro lado del chat, o lo que es peor, el bloqueo ¿Cobardía?, ¿mala educación? En mi opinión ambas cosas, pero más lo primero que lo segundo (que también).
De todas maneras, mis queridos lectores, no hay nada nuevo bajo el sol. Desde que el mundo es mundo y existen las relaciones personales, esas actitudes, esos comportamientos se han sufrido, lo que ocurre es que en vez de apelar a un extranjerismo lo llamábamos "despedirse a la francesa".
Sed felices.
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