lunes, 15 de agosto de 2022

ES EL MOMENTO DE LA CIUDADANÍA


 

No cabe duda de que ni en nuestras peores pesadillas podríamos haber imaginado que nos veríamos así, sufriendo una pandemia que ha dejado miles de víctimas, con una crisis energética que ha supuesto una inflación galopante, en gran medida acrecentada por la especulación de gente sin escrúpulos.

 Pero, para más desgracia, si cabe, lo que tendrían que ser  causas para la unidad  es todo lo contrario porque los partidos de derechas han decidido utilizar para su provecho este trauma nacional para arar su campo de votos con la connivencia de la prensa y de los medios subalternos. De a esta manera hemos pasado la sociedad estar instrumentalizada por estos políticos sin escrúpulos que no pierden la oportunidad de alzarse, aunque sea apoyados en los ataúdes de los fallecidos, en los lechos de los enfermos o en el precio de la gasolina.

No es nuevo, ya lo intentaron en los atentados del 11M, en los que por salvar sus muebles no dudaron en extender el bulo, nuevamente arropados por la prensa pesebrera, de que había sido la ETA, cuando era palmario que se trataba de una venganza por nuestra entrada en la guerra de Irak.

Supongo, quiero pensar que sí, que habrá personas de ideología de derechas, buenas personas, que se encuentren asombradas y molestas por las actitudes del líder del partido que han votado, ese que  se supone ha llegado para infundir moderación. Porque lo que estamos viendo, este acoso y derribo alGobierno, sin ninguna tasa, fundamentándose en bulos, en querellas, en medias verdades, no va de ideologías, va de eliminar a Pedro Sánchez y al gobierno de coalición.

Les da igual pensar que ese gobierno es el que es porque está apoyado mayoritariamente por el voto de la ciudadanía, les da igual… Pero, y ¿a nosotros? ¿Nos da lo mismo a quienes decidimos que queríamos que Pedro Sánchez fuera nuestro presidente? No, no nos puede dejar indiferente esta sarta de injusticias, de disparates, de conturbernios maliciosos, más aún que el propio virus o la crisis energética. Es de mala gente aprovechar el miedo, el desconcierto, la debilidad en que nos encontramos para sembrar todavía más dudas y más pánico, es de mala gente.

Por eso también ha llegado el tiempo, el momento, en que la ciudadanía, desde nuestras casas, reflexionemos en que, cuando el llegue el momento de votar tendremos una tarea enorme que será la de poner en valor a aquellos que pusieron el país otra vez en marcha desde el Gobierno, desde los municipios, desde las CCAA, sin haber perdido nuestros derechos, sin haber perdido nuestra democracia, cumpliendo un programa y unos objetivos. Y, entonces, ¿a quién querremos al frente de nuevo? A mí no me cabe duda, a quien se está dejando la piel para sacarnos de este drama mundial, junto con su equipo, que están demostrando capacidad de reacción y una templanza envidiable.

Tenemos que blindarnos contra estos “politicuchos” de tres al cuarto, mis queridos lectores, vampiros tóxicos de la desgracia, que intentan transformar nuestro esfuerzo ciudadano en el secuestro de un país cuyo rescate es la recuperación de su poder, perdido hace cuatro años, cuando se demostró su corrupción sin paliativos.

Es posible que ahora exista una razón parecida a la del 11M, y es intentar gestionar todo el dinero de los Fondos Europeos, conseguidos por haber hecho bien los deberes, y que desde la derecha y ultraderecha intentaron bombardear de la manera más desleal.

Sí, ha llegado el momento de la ciudadanía, y debemos dar un paso adelante.

 


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