domingo, 2 de mayo de 2021

Madre

 Muchos de vosotros ya lo sabéis, y si no os lo digo, que tengo dos hijos, dos hombres ya: David y Carlos Miguel.

No sé si para ellos he sido una buena madre, supongo que con mis debilidades y mis fortalezas les he ayudado a llegar hasta aquí. Lo que si sé es que ser madre ha sido fundamental en mi vida. Y no solo por lo que lo es naturalmente, por cuidar y proteger a mis hijos, sino porque ha sido un impulso para muchos de mis objetivos en la vida.

Desde el primer momento decidí que ser madre nunca me iba a restar sino sumar, familiar y laboralmente.  Esto me ha exigido, me exigió un gran esfuerzo, pero creo que me ha compensado con creces, porque ahora, con la perspectiva de los años, nuestra relación es muy cercana, pero respetando la libertad de cada uno.

Sé que nunca he sido una madre muy común, tampoco lo soy en mis otras actividades. Quizá porque siempre he entendido que el amor no es dependencia, ni de un lado, ni de otro. Nunca he sentido el síndrome del nido vacío, sino todo lo contrario. El que mis hijos se independizaran y formaran sus familias me hizo muy, muy feliz. De alguna manera sentía que mi ejemplo les había calado.

Hoy es el Día de la Madre, primer domingo de mayo. Hoy soy la única felicitada, porque no tengo ya a quien felicitar. Mi madre se fue hace ya casi cuatro años, pero, como pasa con  mis hijos, yo guardo parte de su ejemplo en mí.

Es bueno dedicar días a quienes queremos, aunque solo sea para que, en esta vorágine de simplezas y tristezas, el amor generoso de una madre adquiera protagonismo, porque esté presente cada día, cada minuto...

Tened un espléndido día junto a vuestras madres o con su recuerdo. Pensad que el amor no se extingue con la ausencia, solo que habla en silencio.

Miro por la ventana, veo el cielo vestido con las nubes primaverales, me vuelvo a sentir niña... y envío un beso. ¡Feliz día, mamá!


No hay comentarios:

Publicar un comentario