Hace tiempo que dedico unas palabras, una poesía con la que despedirme hasta el nuevo día. Esta es una selección de algunas de ellas.
Cuando soñamos los sueños forman nubes y llueven besos.
Atisbo los últimos rayos de sol, del mismo sol que mañana
alumbrará el amanecer de un nuevo día... Entonces volveremos a estar juntos.
Cosidas en el cielo de la noche brillan tus palabras como
estrellas: «te pienso, te sueño, te deseo...».
Sueño que sueñas conmigo, y al soñarte cumplo mi sueño.
Con mis caricias apartaré las nubes de tu frente, me miraré
en tus ojos, y todo será entonces luz iluminando nuestro camino en sueños hasta
el amanecer...
Traspasar el espejo esta noche y ser tu Reina blanca, y ver
mi reflejo en tus ojos.
Y ahora que los recuerdos llueven mansamente, como lágrimas
negras en la noche: ¿soñaré contigo?
Noche. Detener el tiempo en el instante exacto, en el
suspiro exacto, en la caricia exacta, en el beso exacto.
Tal vez la mejor respuesta es no preguntar y perdernos
juntos en el mundo de los sueños...
Noche. De pronto, alguien, suavemente, como la brisa, se
mete por un rincón tu alma y se transforma en poema.
Quiero un reloj que vuele entre la noche y el día y marque
los instantes en que sueño contigo.
Magnifico
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