Vagina dentata es un latinismo cuya traducción literal sería vagina con dientes. Se fundamenta en una leyenda bastante común en varias culturas que habla de la posibilidad de algunas mujeres tengan dientes en ese órgano sexual por lo que, tras el coíto, son capaces de castrar al hombre. Posteriormente esta imagen castradora ha sido aprovechada por la psicología y la literatura para significar ciertos miedos y fobias o utilizada en películas de terror (no hay que explicar por qué).
Tengo que confesaros, mis querido lectores, que cada vez que escucho, leo o veo en los medios la noticia de una violación a una mujer ( ya no digo si es una niña), siempre, siempre, se me viene a la cabeza la imagen de una vagina dentata. Claro, que mi pensamiento no es original, ya que, parece ser, se han inventado distintos dispositivos basados en este principio mordedor como defensa contra los abusos sexuales. Ójala que el resultado sea el deseado y el repugnante violador se deje, literalmente la piel colgando.
El sexo está bien, bueno, para qué andarnos con chiquitas: está muy, muy bien, siempre que sea consentido. Si no, y eso solo lo supongo porque jamás lo he experimentado, debe convertirse en la mayor de las torturas. No olvidemos que en muchos de los malos tratos infligidos a mujeres se encuentra incluida la violación además de los golpes o junto con ellos
.
Recuerdo una película protagonizada por Jody Foster, Acusados, por la que creo se llevo el Oscar, en la que la protagonista era violada por distintos hombres sobre una máquina de juegos, mientras los espectadores jaleaban a cada uno de los abusadores. No quiero hacer spoiler, por lo que no develaré el final, pero esa escena del bar podría ser el resumen de lo que quiero transmitir: el miedo, la desesperación, la vergüenza, la humillación y el asco que hay detras de todas y cada una de las violaciones.
La naturaleza es muy sabia, así que no estaría mal que, tal vez, como ejemplo de la evolución humana (la necesidad crea el miembro) colocara unos dientecillos retráctiles voluntariamente, como las uñas de los gatos- seguro que ahora algún lector masculino esté sufriendo repelús- en la vagina femenina como defensa contra esos criminales que convierten una relación placentera en una pesadilla.
Pues eso... Y sed felices.
Tengo que confesaros, mis querido lectores, que cada vez que escucho, leo o veo en los medios la noticia de una violación a una mujer ( ya no digo si es una niña), siempre, siempre, se me viene a la cabeza la imagen de una vagina dentata. Claro, que mi pensamiento no es original, ya que, parece ser, se han inventado distintos dispositivos basados en este principio mordedor como defensa contra los abusos sexuales. Ójala que el resultado sea el deseado y el repugnante violador se deje, literalmente la piel colgando.
El sexo está bien, bueno, para qué andarnos con chiquitas: está muy, muy bien, siempre que sea consentido. Si no, y eso solo lo supongo porque jamás lo he experimentado, debe convertirse en la mayor de las torturas. No olvidemos que en muchos de los malos tratos infligidos a mujeres se encuentra incluida la violación además de los golpes o junto con ellos
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Recuerdo una película protagonizada por Jody Foster, Acusados, por la que creo se llevo el Oscar, en la que la protagonista era violada por distintos hombres sobre una máquina de juegos, mientras los espectadores jaleaban a cada uno de los abusadores. No quiero hacer spoiler, por lo que no develaré el final, pero esa escena del bar podría ser el resumen de lo que quiero transmitir: el miedo, la desesperación, la vergüenza, la humillación y el asco que hay detras de todas y cada una de las violaciones.
La naturaleza es muy sabia, así que no estaría mal que, tal vez, como ejemplo de la evolución humana (la necesidad crea el miembro) colocara unos dientecillos retráctiles voluntariamente, como las uñas de los gatos- seguro que ahora algún lector masculino esté sufriendo repelús- en la vagina femenina como defensa contra esos criminales que convierten una relación placentera en una pesadilla.
Pues eso... Y sed felices.
Interesante tu entrada y te doy la razon en mil cosas. Siempre se ha hablado (aunque de mas hablado nunca se soluciona nada) sobre mujeres golpeadas por hombres. Como hombre te dare el aporte que la violencia no tiene genero. El violento es un enfermo o enferma que solo logra su cometido en la destruccion ( a veces de lo que amo) y hay vaginas con dientes hoy en dia con la habilidad de castar a cualquier hombre tambien. Mi comentario es con respeto y sobre todo por dejar algo que ayude al dialogo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Tienes razón al decir que la violencia no tiene género, pero sí hay una clase de violencia muy extendida, para desgracia de todos, que se ceba más en las mujeres, en las niñas, y es la relativa a los abusos sexuales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí.
ResponderEliminarSi aparecieran esos dientes a los energúmenos que violan, abusan... se les quitarían las ganas de hacer las barbaridades referidas en el artículo.
Saludos.
Un abrazo, Manuel.
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